- La decisión de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) de expulsar al líder de su ala más radical, Andreas Kalbitz, ha divido a esa formación, la tercera fuerza del país, inmersa en un pulso entre moderados y extremistas.

Varias agrupaciones del este de Alemania, donde la AfD es especialmente fuerte, expresaron ayer su solidaridad hacia Kalbitz, líder hasta entonces del partido en Brandeburgo, el Land que envuelve Berlín.

Especialmente contundentes fueron las muestras de solidaridad desde Turingia, otro estado federado del este del país, donde la AfD está liderada por el fundador de la corriente interna Der Flügel, Björn Höcke.

Kalbitz y Höcke eran las figuras principales de este sector, que hace unas semanas se dio por autodisuelto presionado por la cúpula, que temía que las actividades de sus radicales dejaran al partido en pleno bajo la observación de los servicios secretos de Interior.

El propio Kalbitz ha anunciado que recurrirá con medios jurídicos su expulsión, al tiempo que llamaba a sus correligionarios, desde su cuenta en Facebook, a no dejar el partido, sino a seguir “actuando desde dentro”.

La cúpula de la AfD decidió el viernes dar de baja como militante a Kalbitz por sus vínculos con una formación neonazi ilegalizada hace unos años.

El líder de Brandeburgo, el estado federado que circunda Berlín, era una figura controvertida en la AfD por su discurso cercano al neonazismo.