El vicepresidente económico de la Comisión Europea (CE), Valdis Dombrovskis, pidió este viernes que la crisis del coronavirus no se utilice para "menoscabar" el estado de derecho, después de que el Parlamento húngaro diera al primer ministro del país, Viktor Orbán, poderes extraordinarias que le permiten gobernar por decreto por tiempo indefinido.

"Necesitamos mirar las cuestiones sobre el estado de derecho. Hay preocupaciones sobre algunos Estados miembros y en la actualidad la Comisión está viendo esta situación porque está claro que no deberíamos usar la pandemia como un modo de menoscabar el estado de derecho", declaró el político letón durante un evento en el que respondió preguntas enviadas por ciudadanos a través de la red social LinkedIn.

Ante el coronavirus, el Parlamento húngaro, controlado por la mayoría absoluta del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, ha aprobado poderes extraordinarias que le permiten gobernar por decreto por tiempo indefinido, un escenario que incluye sanciones penales por la difusión de noticias falsas, lo que pone en jaque la libertad de prensa.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo este jueves que le "preocupa" que algunos Estados miembros de la Unión Europea (UE) puedan excederse en sus medidas durante el estado de emergencia y subrayó que le inquieta "en particular la situación de Hungría".

"Tomaremos las acciones que sean necesarias, como ya hemos hecho en el pasado", añadió Von der Leyen en una rueda de prensa.

La máxima responsable del Ejecutivo comunitario ya aseguró el pasado martes: "Es de la máxima importancia que estas medidas de emergencia no sean a costa de nuestros principios fundamentales y valores de nuestros tratados", pero no mencionó directamente a Hungría.

El miércoles, trece países de la UE, pero ninguno de ellos del Este, consideraron "legítimo" adoptar medidas extraordinarias, pero subrayaron que están "profundamente preocupados por el riesgo de violación de los principios del estado de derecho".

Ayer, hasta trece formaciones de toda Europa pertenecientes al Partido Popular Europeo (PPE) solicitaron a su presidente, Donald Tusk, expulsar a Fidesz, el partido de Orbán, al considerar poco democráticas las medidas que ha tomado frente a la pandemia.