- Wopke Hoekstra, ministro de Finanzas neerlandés, entona un mea culpa con la boca pequeña después del incendio que causaron sus declaraciones culpabilizando al sur por no ahorrar y no poder hacer frente ahora a la emergencia del covid-19. El ministro de Países Bajos admite que mostró "poca empatía", pero advierte de que la posición de su país ante los coronabonos es y no será otra que nee (no). La cita crucial será el próximo 7 de abril con la reunión del Eurogrupo.

El dedo apuntador del ministro holandés a países como España o Italia en sus peores momentos del coronavirus sentaron como un jarro de agua fría en buena parte de la Unión Europea. Antònio Costa, primer ministro portugués, calificó sus palabras como "repugnantes" y "una amenaza para el proyecto europeo".

Pocas horas antes de la fallida cumbre europea del jueves, Hoekstra incendió los ánimos sugiriendo abrir una investigación a países como España, que "no habían reformado sus economías", por no haber ahorrado tras siete años de bonanza.

"No hemos sido lo suficientemente empáticos. Deberíamos haber dejado claro la semana pasada, incluyéndome a mi mismo, que queremos ayudar. Si [mis palabras] han desatado esta tormenta es que no lo he hecho bien. Ha quedado claro lo que no queremos, pero no lo que queremos", apuntó ayer en unas declaraciones con el medio holandés RTLZ. Lo que se desprende de su mea culpa es que reconoce la falta de claridad en la explicación del mensaje, pero el mensaje continúa siendo el mismo: ni hablar de los coronabonos.

"Nuestra posición sobre los coronabonos está clara, pero la posición de solidaridad, no (€). Los coronabonos, o eurobonos, o como sea que se llamen, no son prudentes. No es una solución para el problema actual. Proporcionan más riesgo, en lugar de menos y eso es un error en este momento. No es un buen momento para tener un debate europeo (sobre la financiación conjunta de la deuda a través de los coronabonos)", prosiguió.

Países Bajos no es el único miembro de la euro zona que rechaza de forma tajante la mutualización de deuda. Otros como Alemania, Austria y Finlandia también se oponen. Pero sí que es el más duro en este grupo de los halcones. La falta de tacto hacia sus socios comunitarios más golpeados por la pandemia ha recibido fuertes críticas dentro y fuera del país de los tulipanes.

Ámsterdam propone la utilización del Fondo de Rescate, conocido como MEDE, con condiciones, escenario rechazado por Roma, muy tocada económicamente y cuya opinión pública lo vería como una especie de rescate financiero. La próxima cita para medir los equilibrios de la respuesta europea ante el coronavirus llegará el próximo 7 de abril con la reunión del Eurogrupo. La cita será clave para ver la transformación de estas palabras de la capital holandesa sobre "falta de empatía" en hechos concretos. Por su parte, la Comisión Europea insiste en que la respuesta a la crisis del covid-19 debe ser "consensuada" por todos los Estados miembros.

Cita clave el 7 de abril. Es la fecha en la que se vuelve a reunir el Eurogrupo tras los 15 días que se dieron para llegar a un acuerdo.

El ministro de Finanzas de Países Bajos se arrepiente en parte de sus formas, pero no del fondo.