- El Parlamento húngaro bloqueó ayer el primer intento del Ejecutivo del primer ministro, Viktor Orbán, de prolongar de forma indeterminada el estado de emergencia decretado por el coronavirus y gobernar mediante decreto, incluso sin control parlamentario.

Prácticamente todos los diputados opositores, desde la izquierda a la extrema derecha, rechazaron la propuesta del Ministerio de Justicia de que se tratara por la vía de urgencia la enmienda legal que permitiría al Gobierno suspender las leyes vigentes e incluso la actividad parlamentaria “a raíz de la epidemia”. Esa vía de urgencia requería el respaldo de 159 de los 199 diputados, el 80% del pleno de la Cámara. La propuesta tuvo el apoyo de 137 legisladores.

Se espera ahora que el partido del Gobierno, el ultranacionalista Fidesz, saque adelante la semana que viene la medida en votación ordinaria, gracias a la mayoría de dos tercios que tiene en el Parlamento. La enmienda, que ha causado la polémica en el país, prevé, entre otras, penas de hasta cinco años de cárcel para personas que publiquen informaciones falsas que “imposibilitan o dificultan” la lucha contra el virus. Varias ONG y organizaciones internacionales como el Instituto Internacional de Prensa (IPI) han criticado el proyecto.

“Es un esfuerzo para consolidar el control sobre la información y que puede ser utilizado para intimidar y forzar la autocensura en lo que queda de prensa independiente (en Hungría)”, aseguró el Director Adjunto del IPI, Scott Griffen, en un comunicado. El IPI ha solicitado a la Comisión Europea que presione al Gobierno húngaro para que modifique el proyecto.

Las autoridades de Hungría han confirmado hasta ahora 167 casos de COVID-19 en el país, con siete personas fallecidas, aunque el mismo primer ministro húngaro reconoció ayer que los números de contagiados deben ser mucho más altos.