la primera vuelta de las presidenciales croatas acabó con una sorprendente victoria del candidato socialdemócrata, Zoran Milanovic. Este obtuvo el 29,5% de los votos mientras que la titular saliente -Kolinda Grabar-Kitarovic- sacó un 26,7%. No obstante, todo el mundo apuesta a que Kolinda será reelegida hoy en la segunda vuelta. Y ello, no tanto por sus méritos, sino por el inesperado auge de la ultraderecha que es un partido anti-Kolinda.

La verdad es que el panorama electoral croata no es nada ortodoxo. Así, Grabar-Kitarovic es apoyada por el mayor partido del país, HDZ (Partido de la Comunidad Democrática), pero no milita en sus filas. Y el caballo de batalla de todos los partidos en estas y las anteriores elecciones ha sido la corrupción, pero en el país esta lacra social campa de tal manera a sus anchas que en estas presidenciales se presentó incluso un candidato -Dario Jurican- con un programa burlón que prometía incluir en la Carta Magna la corrupción como institución nacional y dedicarle un ministerio. La respuesta del pueblo a la ironía política ha sido nimia: Jurican sacó solo un 4,6%.

En la lista de peculiaridades políticas croatas, hay que apuntar que la muy probable victoria de Kolinda en la segunda vuelta se deberá al gran ausente de esa pugna : el líder ultraderechista Miroslav Skoro, quien se situó tercero en la primera vuelta, con el 24,5%. Y dada la idiosincrasia de sus votantes, se da por seguro que ninguno de los seguidores de Skoro apostará por Milanovic, sino que apoyará (si acuden a las urnas) a Kolinda, que en este escenario es el "mal menor" para un ultraconservador.

Y para terminar de señalar las peculiaridades de la fauna política croata, hay que recordar que la irrupción de Kolinda Grabar-Kitarovic en el primerísimo plano del escenario político se debe mayormente a sus apariciones patrioteras en los grandes acontecimientos deportivo: asiste a ellos ataviada con vestimenta folclórica.

En cuanto al socialdemócrata Zoran Milanovic, antes de lucir su actual etiqueta democrática, bebió en el seno familiar las esencias del comunismo ya que los Milanovic fueron una de las estirpes más significadas del comunismo balcánico.

Con el manto de la socialdemocracia (que en los Balcanes adoptaron casi todos los excomunistas de la era soviética) Zoran ocupó la presidencia de Croacia del 2011 al 2016.