- Que ningún niño tutelado menor de 6 años crezca en un centro en 2026 ni de 10 años en 2031. Es el primer paso hacia un cambio de modelo de acogida que primará la convivencia con familias que acompañen y cuiden a esos menores que, por distintas circunstancias, no pueden vivir con sus padres.

¿Pero habrá familias suficientes para que ese modelo tenga éxito? Los datos de ofrecimientos de familias para la acogida descendieron en 2020 un 15 % y actualmente más de 17.000 menores crecen en centros residenciales, el 47 % de los tutelados.

Las familias de acogida en el Estado, en general, solo reciben una ayuda de su comunidad que suele oscilar entre 200 y 400 euros al mes para el cuidado del menor tutelado. Solo hay algunas excepciones, como el acogimiento especializado para menores con enfermedades o trastornos graves, en el que uno de los miembros con cualificación determinada percibe una compensación económica por su plena disponibilidad.

“Las familias de acogida somos potencialmente todas las familias que hay en España, otra cosa es que abramos las puertas de nuestra casa o no a otros niños, pero todos estamos sobradamente preparados y somos un país solidario”, explica la presidenta de la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF), María Araúz de Robles.

El principal problema es que el acogimiento familiar no se conoce mucho. “Hay que difundir que somos muchas ya las familias y que no hay que tener miedo a entrar en un proceso que enriquece mucho; es bueno para los niños que acoges y para las familias, por eso somos tremendamente optimistas de que esta opción va a ir en aumento”.

Pero también cree que para que el nuevo modelo funcione “hay que trabajar en formar, acompañar y apoyar a las familias para que los motivos económicos no sean la causa de la falta de acogimiento”.

Para Araúz de Robles el cambio de paradigma y la transición de un modelo residencial a familiar “es posible si hay voluntad política clara y expresa”. “Cada niño cuesta al Estado 4.000 euros al mes mantenerlo en un centro, con el personal asociado y los distintos turnos”. “El acogimiento familiar no solo es mejor para el niño o la niña, sino que además es un sistema infinitamente más eficiente.

El compromiso alcanzado entre el Gobierno español y las comunidades autónomas -que tienen la competencia de tutela de los menores- alcanza al millar de niños de menos de 6 años que viven en centros y que antes de cuatro años deberán estar creciendo en familias.

Aunque, según la ley de la infancia de 2015, deberían estar en familias antes del próximo año los niños de hasta 3 años y 600 siguen en centros.

El Gobierno español defiende en su plan de desinstitucionalización la idea de que el modelo de acogimiento residencial se utilice cuando sea la mejor medida para el menor, pero que se mantenga el menor tiempo posible.

l Transición de modelo. El cambio en el modelo de acogida prevé que a partir del año que viene ningún menores de 3 años esté en casas de acogida, en 2026 no haya ninguno menor de 6 años y pone 2031 como límite para que niños menores de 10 dejen de crecer en centros de acogida.

l Ayudas a las familias. Las familias de acogida en el Estado tan solo reciben ayudas de entre 200 y 400 euros al mes para el cuidado del menor tutelado. Solo existen excepciones para menores con enfermedades graves.