El centro de recuperación de fauna salvaje Arizmendi de Urnieta permanecerá varias semanas en cuarentena, cerrado y sin actividad, a la espera de que se pueda garantizar la seguridad de los animales que sean tratados allí. Un brote de gripe aviar ha provocado la activación del protocolo y el consiguiente sacrificio de las aves que se estaban tratando en ese momento en el centro.

El Gobierno Vasco ha reconocido en un comunicado que se ha confirmado la detección del virus de influenza aviar de alta patogenicidad H5N1 en un buitre leonado recogido por los guardas forestales de la Diputación Foral de Gipuzkoa entre los municipios de Azpeitia y Beasain. El animal fue trasladado para su evaluación al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Arizmendi en Urnieta, donde entró en contacto con otros tres buitres leonados, uno de los cuales también resultó contagiado.

Esta detección, según ha informado el Gobierno Vasco, ha sido posible gracias a la vigilancia que se viene desarrollando en los últimos meses tras la declaración de casos en Francia. Esta vigilancia se ha intensificado ahora en los tres territorios históricos de Euskadi, con especial incidencia en zonas de mayor riesgo como humedales y otras áreas de concentración de aves.

Asimismo, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente informó de que el sector avícola, en coordinación con las autoridades competentes en materia de sanidad animal de las tres diputaciones y del Gobierno Vasco, está procediendo a comprobar el estado clínico de los animales para la detección precoz de la infección. Y también se están reforzando las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, especialmente aquellas medidas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres. Entre ellas, se ha recomendado el confinamiento de las aves domésticas. Estas medidas, que deben de hacerse también extensivas a los propietarios de aves para autoconsumo, son necesarias no porque esta enfermedad suponga un riesgo para las personas, sino porque supone pérdidas económicas para el sector, ya que es necesario sacrificar todas las aves de una explotación en la que aparecen casos de influenza aviar.

La influenza aviar es una enfermedad vírica que afecta casi exclusivamente a las aves. En Euskadi no se había detectado ningún foco de influenza aviar desde hace más de 15 años. “No se puede considerar técnicamente un brote, pero es una llamada de atencións”, asegura el doctor en Veterinaria José Manuel Etxaniz y experto en salud alimentaria. El consumo de carne, huevos, foie gras y cualquier producto alimenticio a base de aves, incluso en el hipotético caso de que estas estuvieran contaminadas, no representa ningún riesgo para las personas.

En la actualidad hay 83 explotaciones de gallinas ponedoras en Euskadi. En lo que respecta a la producción de carne, son 65 las explotaciones de pollo y otro centenar de explotaciones de otras especies. l