- Es una investigación complicada y la cautela es tan importante o más que la discreción. Desde otoño lleva la Ertzaintza en colaboración con otras policías buscando pruebas que inculpen o absuelvan a Nelson David M. de los asesinatos que presuntamente habría cometido, cuatro de ellos en Bizkaia aunque el ahora detenido ha vivido también en Madrid y Alicante.

De hecho, el sumario incorpora otro intento de homicidio, con lo que serían seis las piezas adscritas al expediente: un asesinato, dos intentos de homicidio y otras tres muertes en las que se repite el modus operandi que están bajo sospecha. El propio Josu Erkoreka no descartaba ayer que incluso pudiera haber más sucesos con un patrón similar en otros municipios de Euskadi y en puntos de la geografía española por los que el ahora arrestado habría pasado desde su llegada a España en el año 2018. Y ante esta maraña de documentación y declaraciones y con tantos escenarios a analizar -propios de una novela negra-, la autoridad judicial ha optado por echar candado sobre candado a la causa abierta para tratar de esclarecer los hechos denunciados y que tanto revuelo mediático han provocado. En esa circunstancia ha querido incidir el consejero de Seguridad durante una comparecencia de urgencia en la que ha confirmado los pocos datos que hasta la fecha han trascendido y que no entrarían en colisión con la investigación abierta. Porque esa es la consigna principal: no interferir en el proceso abierto.

“Estamos llevando a cabo un trabajo muy riguroso con el Juzgado de Instrucción de Bilbao”, resumía el también portavoz del Gobierno Vasco. Más aún en un caso de esta gravedad. Por el momento, las únicas certezas existentes -y comunicadas- son que hay media docena de investigaciones en curso. Todas por sucesos ocurridos en Bilbao. Es decir, una más de las que habían trascendido. En concreto, seis piezas ordenadas bajo distintos epígrafes, en función de la causa con que están abiertas por la unidad de investigación de la Ertzaintza.

Así las cosas, se investiga un único caso de presunto homicidio consumado para el que existe carga de prueba: restos toxicológicos de GHB (éxtasis líquido) y cuentas corrientes vaciadas. Además, se trabaja en otros dos casos de presunto homicidio, frustrados ambos. Uno de ellos es el que ocurrió en diciembre en casa de la víctima donde se habría encontrado una mochila con documentación de Nelson David M. y restos de esa droga. La denuncia interpuesta por esta persona sería, precisamente, el hilo que ha permitido arrestar al joven de 25 años de nacionalidad colombiana residente en Irun. La orden de búsqueda y detención lanzada a manos del juez por un delito de lesiones habría sido, en primer lugar, el motivo que permite tener en dependencias policiales a Nelson David M. y de ahí empezar a tirar de ese hilo: interrogatorio, registro de su vivienda... Y en caso de que la autoridad judicial lo crea conveniente, decretar su ingreso en prisión.

El otro caso en grado de tentativa que ha sido incorporado al sumario y que está siendo investigado por la Ertzaintza fue dado a conocer por Erkoreka a preguntas de los periodistas. El único dato complementario asociado a este expediente hace referencia a que también ocurrió en Bilbao. Nada más. Ni fechas ni localizaciones algo más exactas. La consigna, como insistió el portavoz del Ejecutivo vasco, es no interferir en el proceso abierto y dar al traste con las pesquisas avanzadas que pudiera tener la Ertzaintza.

Un proceso que, por cierto, se completaría con otras tres muertes más que “en este momento están certificadas” como fallecimientos por causas naturales. “Es una hipótesis en fase de investigación, pero certificadas como muerte natural y sin prueba toxicológica” redondeaba el consejero de Seguridad, quien habló con extrema prudencia de unos sucesos que han conmocionado a la opinión pública. Hasta tal punto que, según insistieron fuentes del Departamento de Seguridad, “en ningún caso se va a confirmar o desmentir que el presunto autor es la persona que se entregó” en la comisaría de la Ertzaintza en Irun, ni el nombre o su imagen, reproducida en medios y redes sociales.

Las primeras investigaciones empezaron en otoño, con la denuncia de la familia del profesor de música cuyas cuentas fueron vaciadas después de su muerte. Y se aceleraron en diciembre con otra denuncia, esta vez del hombre que pudo zafarse de su atacante y en cuya vivienda habría sido hallada la mochila con documentación del joven de nacionalidad colombiana residente en Irun que, en la tarde-noche del jueves se entregó para colaborar en las investigaciones, hecho que fue confirmado por el consejero quien dijo que estaría prestando declaración y aportando información a la investigación. l

“Urge respetar los tiempos de la investigación policial, judicial y fiscal. Dejemos que sigan trabajando”

“Podemos poner ?en riesgo el éxito ?de la investigación judicial y policial”

Consejero de Seguridad