- Con la pandemia gripalizada, el Ministerio de Sanidad se centra ahora en cuestiones más prosaicas pero no de menos calado para la ciudadanía, como es la restricción en el consumo de bebidas alcohólicas. Y es que ayer presentó en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) la nueva estrategia de salud cardiovascular que contempla, entre otras cuestiones, la recomendación de que bares y restaurantes no ofrezcan vino o cerveza en sus menús del día para que sirvan agua “por defecto”.

La retirada del alcohol en estas comidas de bares y restaurantes que consumen a diario cientos de miles de ciudadanos, dio ayer lugar a una encendida polémica que incluyó un desmentido oficial del Ministerio de Sanidad, alegando que, en ningún caso, se trataba de una prohibición.

Para mitigar la polvareda, dado la arraigada costumbre de consumo de alcohol en España, el Ministerio arremetió contra algunas informaciones que no dejaban claro si se trataba de una recomendación o de una normativa. “La difusión de informaciones no veraces perjudica la difusión de mensajes relacionados con la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud”, lamentaron.

El argumento para vetar el alcohol en los menús es que las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en España, con 119.853 fallecimientos en 2020, así como una de las principales causas de ingreso hospitalario. Además tanto el consumo de cerveza como de vino, en cualquier grado, se relaciona con un aumento del riesgo de sufrir problemas del corazón.

Aunque el alcohol ha sido asociado con algunos beneficios en la salud cardiovascular, eso es “insuficiente para compensar la mortalidad y, por tanto, debe ser considerado un factor de riesgo”. De hecho, es la primera causa de mortalidad atribuible en el mundo en población de edad entre 25 y 49 años.

La nueva hoja de ruta también incluye un duro varapalo al tabaco y a los productos procesados. En este sentido, apuesta por la reducción del tabaquismo, la principal causa de morbimortalidad cardiovascular prematura a la que se atribuyen entre el 21% y el 30% de los decesos. Para frenar este hábito, plantean por ejemplo “ampliar los espacios libres de humo y promover los hogares libres de humo” o “equiparar la actual regulación sobre espacios sin humo a los productos de tabaco”.

Para revertir esta situación y en relación con la comida, se abogará por políticas fiscales y de precios para promover una alimentación saludable, mejorar la regulación de la publicidad de alimentos, bebidas no saludables y bebidas alcohólicas o mejorar la oferta alimentaria en la administración pública.

El documento se ha aprobado por unanimidad del Comité Institucional formado por representantes de todas las CCAA y ciudades autónomas, y también del Comité Científico, del que forman parte diversas sociedades científicas. Sin embargo, algunas como la Sociedad Española de Cardiología (SEC) se han mostrado escépticas y pidieron en febrero que no se quede en “papel mojado”. “Es muy ambicioso, pero no queremos que pase como con el Plan de Cardiopatía Isquémica, del que solo una mínima parte se llevó a cabo”.

28%

Las enfermedades cardiovasculares constituyeron en 2019 en España la primera causa de muerte, con un 27,9% del total.

22%

El principal factor que determina la aparición de patologías cardiovasculares es el tabaquismo, presente en el 22% de los casos en España.

2040

Uno de los objetivos de la nueva estrategia es que para 2040 no fume más del 10% de la población.