Si la semana pasada Euskadi ya acusaba un repunte en el número de positivos, el virus ha mantenido su escalada en los últimos siete días. El peor dato es el relativo al número de fallecidos a causa de esta patología, que se eleva hasta las 25 personas frente a las diecisiete muertes notificadas la semana anterior.

No obstante, según se desprende del último informe del departamento vasco de Salud, los hospitales vascos resisten el embate del virus llegando incluso a registrar un descenso en el número de pacientes covid ingresados tanto en las plantas hospitalarias como en las UCI.

Concretamente hay 264 personas con covid-19 ingresadas en planta, treinta y siete pacientes menos respecto a la semana anterior. Por otro lado, un total de 12 personas se encuentran en una cama de críticos con coronavirus, dos pacientes menos.

La incidencia del virus mantiene su escalada

Euskadi ha detectado en la última semana hasta 4.343 nuevos contagios y de ellos 365 positivos corresponden a la última jornada, lo que arroja una positividad del 14,3%. Un porcentaje que sigue estando muy por encima del 5% fijado por la OMS para establecer una transmisión comunitaria del virus.

Así las cosas, la incidencia acumulada en 14 días también mantiene su tendencia alcista y se sitúa en los 358,29 casos por cada 100.000 habitantes, cincuenta y cuatro puntos más que la semana anterior. En lo que respecta a este parámetro a 7 días, también se eleva hasta rozar los 200 casos.





Aumento de ingresos en las últimas tres semanas

En Euskadi se producen actualmente una media de once ingresos por cada 100.000 habitantes a causa de esta infección. Así lo ha precisado la directora de Salud Pública en la Comisión de Salud celebrada esta mañana. Itziar Larizgoitia ha contrapuesto este dato frente a los 36 ingresos contabilizados durante el pico de esta sexta ola tras la irrupción de ómicron.

No obstante, ha destacado que en las últimas “dos o tres semanas” se ha producido un repunte tanto en términos de ingresos como de incidencia. Hay más ingresos que hace tres semanas, pero “afortunadamente” la curva “está aplanada”, ha remarcado.

Disminución de los pacientes covid en las UCI

Sobre los pacientes covid en una cama de críticos, la directora de Salud Pública que hecho hincapié en que desde que se registrase el pico de esta sexta ola, Euskadi ha mantenido “un descenso prolongado” y ha llegado a afirmar que “estamos viendo que las UCI están vaciadas de casos covid”.

Uno de los principales indicadores, la incidencia del virus, ha sido el parámetro que más se ha desbocado respecto de olas anteriores. Larizgoitia ha matizado que este repunte ha sido continuado desde la aparición de ómicron, una variante que afortunadamente ha implicado un impacto hospitalario mucho menor que sus predecesoras.

“Sí ha habido ingresos hospitalarios, pero los enfermos muy graves han ido disminuyendo de manera paulatina”, ha remachado.

Euskadi se adentra en una “fase de transición”

Por todo ello, Larizgotia ha aseverado que estamos “ante un paradigma diferente”, que requiere de respuestas diferentes. “Estamos en una fase de transición, por lo que se ha de cambiar la manera de trabajar”, poniendo el foco en los colectivos vulnerables.

Esta nueva fase desplegada desde el departamento vasco de Salud, ha señalado, tiene dos objetivos fundamentales. Por un lado, se tratará de reducir el impacto de las infecciones y evitar una sobrecarga en el sistema. Por otro, la directora de Salud Pública ha subrayado la necesidad de proteger a las personas vulnerables “desarrollando intervenciones específicas” para este colectivo.

Así las cosas, ha apuntado, se dejará de realizar un seguimiento de la incidencia porque “no es necesario, no es posible y no se puede”.

La vigilancia se centrará por tanto en aquellas personas vulnerables y en los entornos considerados "sensibles". Además, se valorará el impacto en el “entorno sanitario”, se detectarán los posibles “cambios de tendencia” y se centrarán en “nuevas variantes”.

¿Quiénes son las personas vulnerables?

Desde el departamento vasco de Salud han querido aclarar que aquellos colectivos considerados vulnerables son personas de 60 años o más, porque es “donde se aprecia un mayor impacto de la enfermedad”. También quedan incluidas en este grupo aquellas personas “con inmunodepresión” y las mujeres embarazadas.

Aquellos espacios considerados sensibles son los centros sanitarios, sociosanitarios, los centros penitenciarios y otros similares, donde hay personas institucionalizadas de "manera continuada", ha precisado.