Europa vivió en 2021 el verano más cálido desde que existen registros, dándose en el área mediterránea intensas olas de calor y sequía, según datos del informe sobre el Estado del Clima Europeo 2021 de Copernicus, publicado este viernes coincidiendo con la celebración del Día de la Tierra.

El informe ha sido presentado por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), implementado por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM) en representación de la Comisión Europea, se elabora cada primavera y esta es la quinta edición.

El documento se centra en Europa y el Ártico, ha señalado el jefe de la Unidad de Observación de la Tierra, Mauro Facchini, quien ha explicado en rueda de prensa que el servicio monitorea los eventos climáticos para entender lo que está sucediendo, datos que sirven a Copernicus para interpretar la situación actual y que servirán para marcar estrategias con miras al futuro.

Las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI), causantes del calentamiento global, fueron mayores que en cualquier otro momento en al menos 2 millones de años, con concentraciones de dióxido de carbono (CO2) en torno a 2,3 partes por millón (ppm) y de metano en un 16,5 partes por mil millones (ppb).

Según el informe Estado del Clima Europeo 2021 (Esotc 2021, por sus siglas en inglés), 2021 fue un año de contrastes en Europa, que vivió el verano más cálido desde que existen registros, con 1ºC de temperatura por encima de la media de 1991-2020.

Freja Vamborg, científica senior del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, ha explicado que Europa registró en 2021 un contraste de temperaturas, con un mes de marzo inusualmente cálido seguido de un periodo inusualmente frío, lo que provocó daños en los cultivos.

En relación a las temperaturas, la científica de Copernicus ha explicado que 2021 se situó entre el quinto y el séptimo más cálido, y en amplias zonas del Mediterráneo oriental y del Báltico, las temperaturas anuales de la superficie del mar (TSM) fueron las más elevadas desde al menos 1993.

En junio y julio las temperaturas TSM de algunas zonas del Báltico registraron más de 5 ºC por encima de la media, según Vamborg.

En verano de 2021 hubo un número récord de días con "estrés térmico extremo" en el sur de Europa, y la zona afectada por este fenómeno fue al menos dos veces más extensa que la del periodo de referencia 1991-2020 y afectó a la mayor parte del Estado español e Italia, así como a amplias áreas de Grecia y los Balcanes. En Turquía, Grecia e Italia se produjeron grandes incendios forestales.

Vamborg ha explicado que en julio de 2021 las precipitaciones y los caudales récord de los ríos en zonas de Bélgica, Alemania y los países vecinos contribuyeron a las inundaciones extremas que se produjeron.

Asimismo, se produjo una baja velocidad del viento en Europa occidental, registrándose en algunos países la más baja desde al menos 1979, lo que redujo la producción potencial de energía eólica, un aspecto, según la científica, que habrá que tener en cuenta para la construcción de futuras infraestructuras.

Además, con datos consolidados hasta 2020, y con el ascenso de temperaturas, las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida han seguido perdiendo masa, y en el primero se registró la menor extensión de hielo marino desde que existen registros.

En el Ártico, el hielo marino marcó en septiembre su duodécimo mínimo anual.

A escala mundial, el nivel del mar continuó en ascenso en 2021, registrándose un aumento de unos 9 centímetros desde 1993.