- Medio centenar de personas de Rebelión Científica se concentraron ayer frente a la escalinata del Congreso y mancharon con tinta roja biodegradable la fachada de los Leones en respuesta a la pasividad del Gobierno ante la crisis climática y en contra de una ley que consideran insuficiente, sin que la policía realizase ninguna detención.

El movimiento Rebelión Científica se movilizó ante el Congreso y realizó una acción de desobediencia civil no violenta coincidiendo con la publicación de la última parte del informe del IPCC, el principal análisis científico sobre cambio climático. Decenas de manifestantes, en su mayoría científicos, se sentaron frente a la fachada principal del Congreso gritando consignas como No hay planeta B oSin planeta no hay futuro, mientras que otros concentrados portaban una pancarta que decía: Alerta Roja. Escuchad a la Ciencia.

El portavoz del movimiento, Mauricio Misquero, definió esta protesta como la materialización del descontento de la comunidad científica frente a unos gobiernos que “están confiando la transición ecológica a megaempresas”.