La Guardia Civil de Alicante investiga a un conductor de 55 años por circular por la autovía AP-7 a 213 kilómetros por hora y bajo los efectos del alcohol. Al hombre, que conducía a 93 kilómetros por hora más del límite establecido, se le imputan los delitos contra la seguridad vial y conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Por estos hechos, que tuvieron lugar el pasado martes 18 de enero, se enfrenta a una condena de entre 3 a 6 meses de prisión, una multa de 6 a 12 meses o a la realización de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, la condena va asociada a la pérdida del permiso de conducir de entre 1 a 4 años, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado.

Fue una patrulla de la Guardia Civil ubicada en la carretera AP-7, en el kilómetro 694,500, la que, por medio de un control de velocidad en una zona limitada a 120 kilómetros por hora, observó que un vehículo que circulaba a 213 kilómetros por hora hizo saltar el radar. Por ello, procedieron a dar el alto al turismo e identificar al conductor.

Además, los agentes de tráfico realizaron al conductor las pruebas de detección del consumo de alcohol y drogas, que arrojaron una tasa positiva de 0,50 mg/l de alcohol en aire expirado. Por el contrario, no dio positivo en el consumo de estupefacientes. Las diligencias han sido puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número 7 de Alicante. Por su parte, el investigado, al que se le imputan los delitos de conducción de vehículo a motor con exceso de velocidad y conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ha pasado a disposición judicial este mismo lunes.