Una de cada tres pruebas que se hicieron el miércoles en Euskadi dio positivo en covid-19. Con semejante tasa de positividad -35,1% de las 33.388 pruebas diagnósticas- los contagios siguen desbocados con 11.712 positivos, casi el doble de los notificados el pasado lunes cuando se registraron 6.568 contagios por covid-19.

Esta altísima transmisión comunitaria provocada por la variante ómicron se nota también en la presión hospitalaria que sigue tensionando aunque afortunadamente no al ritmo de la escalada de positivos. En concreto, el miércoles había en los hospitales vascos 455 pacientes en planta y 115 personas ocupaban una cama UCI. Hace 15 días eran 307 los pacientes ingresados mientras que las UCI de los hopitales vascos tenían 99 camas ocupadas.

Sin embargo, a primeros de mayo, coincidiendo con el fin del estado de alarma, eran casi 200 los pacientes ingresados en las UCI mientras que hace ahora casi un año, tras la resaca navideña, unas 170 personas estaban entonces en las unidades de crítico. Y ello gracias a la vacunación y que mayoritariamente ómicron tiene una sintomatología por lo general más leve

La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, en una entrevista en Radio Euskadi, reconoció que el sistema tiene “unos datos tensionados” porque la afectación de la covid “es muy amplia” y también se constata en la primaria, dado el incremento de los casos. “Aun teniendo como tenemos un sistema de Salud público sólido, con unos grandísimos profesionales, el tensionamiento es fruto de la evidencia, que son el número de contagios que hay actualmente”, añadió.

No obstante, Sagardui apuntó que, pese a que los datos de contagios “evidencian la realidad de la transmisión comunitaria” de la pandemia, la “gran contagiosidad” de la variante ómicron, la importancia de la vacunación porque, “si no, el impacto en el sistema sería terrible”.

En este sentido, la consejera señaló que la variante ómicron “es la que mayoritariamente está presente en la secuenciación que se hace” en Euskadi y previsiblemente “en pocos días se podrá decir que es predominante”.

Gotzone Sagardui precisó que el miércoles se hicieron en Euskadi 33.388 pruebas diagnósticas, una cifra que comparado con las de otras olas anteriores, cuando se hacía un récord de alrededor de 18.000 pruebas. “Estamos haciendo un esfuerzo terrible para diagnosticar y tratar de que esas personas se puedan aislar lo antes posible y frenar esa contagiosidad tan extendida”, apuntó.

En total, se detectaron 11.712 nuevos positivos, lo que sitúa la positividad en el 35,1% de las pruebas, y supone casi duplicar las cifras dadas conocer el lunes (6.568). Con estos datos, la tasa de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes se eleva a 2.976,39. “Se ha incrementado 429 puntos en apenas dos días”, añadió. El índice de reproductividad está en 1,61 y el objetivo, según recordó Sagardui, era que estuviera por debajo de 1.

Esto evidencia que, tal y como confirmó la consejera, hoy por hoy, no hay indicadores que “inviten a pensar en un cambio de tendencia” en los próximos días. “Ojalá me equivoque, no me importaría nada”, añadió.

En relación a las tesis que apuntan a que, en los lugares que se ha dado una subida vertical de los contagios por la variante omicron, se ha producido después una bajada vértical, como ocurrió en Sudáfrica, Gotzone Sagardui advirtió de que las evidencias con las que cuenta, por el momento, “no señalan esa posibilidad”. “Vuelvo a insistir, ojalá esté equivocada, pero hoy por hoy no tenemos indicios de que eso se vaya a dar”, apuntó.

También aseguró que siguen lo que ha ocurrido en otros países y, aunque indicó que “ojalá se cumplan esas previsiones”, prefiere hablar “del día a día y de la evidencia”. En este sentido, hizo un nuevo llamamiento a la prudencia y a colaborar con todas las medidas que se conocen que “pueden ser efectivas” si se cumplen para intentar “ralentizar y parar la extensión del virus”.

Sobre la situación de la atención primaria, aseguró que está “tensionada y se puede entender” por los números de contagios, lo que eleva las atenciones necesarias y se están centrando en las personas más vulnerables.

En relación a la reducción a siete días la cuarentena para los casos asintomáticos, señaló que hay “evidencias conocidas” para tomar esa decisión y “las evidencias se van incrementando día a día en función del tiempo que pasa desde la aparición de una nueva variante”.

Una posición con la que coincide el catedrático de Microbiología Médica de la UPV/EHU Guillermo Quindós, que considera “acertado” reducir esta cuarentena aunque, desde la perspectiva médica, pueden quedar “ciertas dudas”.

En una entrevista a Onda Vasca, señaló que, con los datos que se van acumulando, por ejemplo, en vacunación, quizá se vean medidas que “sorprendan más”. El catedrático también indicó que, si no se realizan determinadas actuaciones, “al final colapsa la sociedad”.

En relación a la variante ómicron, advirtió de que ha “pillado con las defensas preparadas gracias a las vacunas”, porque, si no, “hubiera causado una catástrofe mayor” que en la primera ola.

“El tensionamiento es fruto de la evidencia, que son el número de contagios que existen”

Consejera de Salud

“Sin las vacunas, ómicron hubiera causado una catástrofe mayor que en la primera ola”

Catedrático de Microbiología UPV/EHU