De nuevo, Euskadi abandera uno de los peores registros de la sexta ola. Noviembre ha sido un mes horribilis. En solo 33 días, los de ese mes y los tres primeros de diciembre, el crecimiento del virus ha sido “muy abrupto y exponencial”, pasando de 87 casos de incidencia a 625, cebándose principalmente en los no vacunados.Los contagios se han disparado y solo entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre se registraron 7.692 nuevos positivos. En los hospitales vascos, los pacientes ingresados en planta aumentaron a 207 y los que permanecen en las UCI habían subido a 55.

Si a primeros de octubre el Gobierno Vasco anunciaba la finalización de la situación de emergencia en Euskadi, la semana pasada hubo que volver a activarla. Con el virus avanzando sin control, Lakua puso en marcha de nuevo el LABI que decretó, previa autorización del Tribunal Supremo, el pasaporte covid para el ocio nocturno y los locales de hostelería con más de 50 comensales. La situación es tan preocupante que ahora ya se plantea extender el certificado sanitario a hospitales, residencias y gimnasios.

Qué esperar de ómicron Y todo eso sin hacer todavía acto de presencia en la CAV la nueva mutación del virus, la ómicron. En pleno puente festivo y a las puertas de la Navidad, esta nueva cepa avanza en todo el mundo y más tarde o temprano acabará llegando a Euskadi.

Aunque por ahora la variante delta es la mayoritaria en Europa y el mundo -con más del 90% de los casos de covid- la OMS da por hecho que ómicron terminará por convertirse en la predominante. Y el Ministerio de Sanidad ha reconocido públicamente sus temores a que ómicron provoque un aumento de las reinfecciones al haber cada vez más evidencia científica de que es más contagiosa.