El virus se ha descontrolado en Euskadi y despunta hacia la que parece, inevitable, sexta ola. La semana pasada, la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, ya alertaba de que la nueva ola de la pandemia “no había llegado al pico” y que “la evolución seguía al alza”. Ayer, la máxima titular sanitaria confirmó que la evolución de la pandemia es “realmente preocupante” en Euskadi, con 800 nuevos casos de covid-19 estimados durante el sábado, y otras nuevas 37 hospitalizaciones, entre ellas, la de un menor. Además, la consejera reconoció que “no se está consiguiendo frenar” el avance de la pandemia y que “la situación es preocupante”.

Y es que el pasado viernes se rebasó la tasa de incidencia de 400 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y este lunes, cuando se comuniquen los nuevos datos oficiales, se prevé una notable subida.

El único punto a favor de la evolución epidemiológica, es que todavía no ha hecho acto de presencia la nueva variante que atemoriza el mundo, la ómicron. De hecho, admitió que entre los positivos de las últimas horas no hay ninguno de la nueva cepa, pero Osakidetza continúa “alerta”.

Sagardui valoró, de esta forma, la crisis sanitaria, en el seno de la inauguración de la XIII Conferencia socio-informativa de personas con enfermedad renal que se desarrolló en Bilbao, donde afirmó que “no entiende la insolidaridad” de los negacionistas que el sábado se manifestaron en Bilbao en contra de la vacunación. En declaraciones a los medios, Sagardui reconoció que los datos de este fin de semana de nuevos casos de covid-19 “no acompañan” y vuelven a reflejar “un ascenso claro” en el número de contagios y en la tasa de incidencia acumulada.

Según detalló, en las últimas 24 horas se han producido más de 800 nuevos positivos, todo ello a pesar de que los fines de semana disminuye el número de pruebas diagnósticas realizadas. “Claramente no estamos consiguiendo frenar el avance de la pandemia. La situación es preocupante”, reconoció.

Tal y como recordó, el incremento de positivos supone además un mayor número de hospitalizaciones, que en la jornada del sábado ascendieron a 37, incluido un ingreso pediátrico.

Asimismo, también se habrían producido nuevos incrementos en las UCI de los hospitales vascos que “se compensan con alguna baja y algún fallecimiento”.

Ante las fechas festivas que se avecinan, con la curva escalando de manera acelerada, y sin ver de forma inmediata alguna mejoría, la posibilidad de declarar la emergencia sanitaria sigue estando sobre la mesa. Ayer la consejera defendió que el Gobierno Vasco trata de imponer las medidas que el momento requiere y, por el momento, no se consigue “frenar el avance de la pandemia, pese al llamamiento cumplir las medidas”. “Si hace falta poner otras medidas tendremos que adoptarlas”, sostuvo.

El último boletín epidemiológico, difundido el pasado jueves, reflejaba que en los hospitales vascos había ya 215 personas con covid, de las cuales 36 estaban en las unidades de cuidados intensivos, cinco más que el lunes anterior, y 179 en planta, es decir once más. Y el lehendakari Urkullu ya ha confirmado que si la ocupación de camas UCI por parte de pacientes con coronavirus llega a 50 se declarará la emergencia sanitaria, lo que posibilitaría aplicar ley vasca antipandemia que contempla medidas sanitarias más restrictivas.

Sobre la concentración de un grupo de personas negacionistas en sábado en Bilbao, Sagardui aseguró que “no entiende la insolidaridad” de las personas que se manifestaron en contra de la vacunación y del denominado ‘pasaporte covid’. Por ello, realizó un llamamiento a la ciudadanía a que acuda a vacunarse.

“No entiendo esa no evidencia. Todos hemos visto que las vacunas son efectivas, que la mascarilla es efectiva. ¿Qué es lo que no entienden de esa parte? ¿Qué es lo que no entienden de que no solo se ponen ellos en riesgo sino también a los demás?”, preguntó.

3ª dosis

De 60 a 69 años. Los vascos mayores de 60 años podrán solicitar desde hoy cita a Osakidetza para recibir la tercera dosis.

Hasta la fecha, Osakidetza estaba administrando la vacuna de refuerzo a personas residenciadas, vascos en situación grave de inmunosupresión y mayores de 70 años. Estas dosis se administrarán a los seis meses de la última vacuna, en caso de las personas que recibieron Pfizer o Moderna; y en el caso de quienes recibieron AstraZeneca, se podrá inocular a partir de los tres meses.