- La reapertura en la tarde del jueves de un foco eruptivo en el flanco oriental del cono principal del volcán de la isla de La Palma provocó ayer el avance de la décima colada sobre el cementerio de Las Manchas y el campo de placas solares, destruyendo sobre todo viviendas unifamiliares, y alcanzando la colada 11. Junto a ello, la lluvia puso en riesgo varias zonas costeras de la isla al haber desviado el volcán los cauces de agua.

El resto de la lava avanza sobre coladas anteriores, bifurcándose en dos zonas: una hacia las coladas 4, 5 y 7, situadas entre las montañas de Todoque y La Laguna, y la otra hacia la colada 9, que podría desbordar hacia el sur y afectar a otras localizaciones de la isla, si bien se encuentra prácticamente detenida.

Asimismo, el director técnico del Plan Especial de Protección ante Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, advirtió de que la erupción en Cumbre Vieja ha desviado los cauces de las aguas, por lo que es preciso mejorar la evacuación pluvial, y alertó de los graves daños que podría ocasionar la lluvia y la ceniza.

La lluvia que ha caído en las últimas horas ha puesto en riesgo varias zonas costeras, al haber desviado la erupción los cauces del agua, por lo que los expertos estudian qué obras hidrológicas realizar en Los Llanos de Aridane para evitar problemas futuros en el área de La Laguna.

Por otro lado, en cuanto a la sismicidad, ésta se localiza en las mismas zonas. La emisión de dióxido de azufre sigue registrando valores altos, aunque se mantiene la tendencia descendente desde el pasado 23 de septiembre, cuando se registraron los niveles máximos. La superficie afectada hasta el momento alcanza ya un total de 1.092 hectáreas. La presencia de gases, como dióxido de azufre y sobre todo de monóxido de carbono, no ha permitido que los vecinos de estos barrios puedan ir a sus casas a limpiar la ceniza o a recoger enseres.

De hecho, la acumulación de ceniza impidió la apertura ayer del aeropuerto de La Palma y después de que el jueves, tras seis días sin poder aterrizar ni despegar aviones, estuviera activo. A este respecto, los técnicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas explicaron que la zona de exclusión en torno al perímetro del volcán en Cumbre Vieja y de las coladas “no es un capricho”, ya que existe riesgo para la salud en caso de adentrarse en el mismo por la exposición a gases nocivos. En cuanto a los daños en infraestructuras, un total de 1.506 edificaciones están destruidas.