- La viuda del concejal de IU de Llanes, Javier Ardines, subrayó ayer que el presunto inductor de su asesinato, Pedro Nieva, sospechaba de la infidelidad de su esposa con el edil y que el acusado conocía los hábitos de la víctima, los de un hombre de costumbres fijas que salía a faenar todos los días al amanecer. En la séptima sesión del juicio, resaltó que su marido y ella mantenían una buena relación de amistad con Pedro N.A. y su mujer, de la que es prima segunda, y salían juntos todos los fines de semana que éstos se desplazaban desde Amorebieta a Belmonte de Pría, donde sus viviendas están muy cercanas.

Tanto la viuda como sus dos hijos llegaron a la sala en medio de una gran expectación mediática y durante su interrogatorio el presunto inductor, acusado de encargar el crimen a dos sicarios con la ayuda de un intermediario, evitó en todo momento cruzar la mirada con ellos.

La viuda confirmó que Nieva le mandó el 5 de agosto, once días antes del asesinato, la grabación de la conversación que captó en diciembre de 2017 en un restaurante entre su mujer y Ardines, con la que confirmó la infidelidad. Relató que le había mostrado sus sospechas sobre la infidelidad incluso antes de enviarle la grabación porque le había comentado que en otras ocasiones cuando planificaba hacer algo, su mujer nunca quería ir con él y siempre prefería estar en Belmonte de Pría.

Confirmó que, a principios de agosto, Ardines ya encontró en su camino una valla atravesada como la que se utilizó el 16 de agosto de 2018 para tenderle una emboscada.