José Ángel Prenda, uno de los cinco sevillanos condenados por violar a una joven madrileña en un portal de Pamplona la noche del 7 de julio, Sanfermín de 2016, ha variado por primera vez su versión de los hechos ocurridos aquella noche. Los sevillanos siempre negaron los hechos y acusaron a la víctima de inventarse el ataque, un caso que generó un tsunami de indignación desde la capital navarra que se expandió por todo el Estado.

Ahora, cinco años después, Prenda ha admitido en una carta escrita desde la cárcel donde cumple la condena de 15 años que el acto sexual no fue consentido y pide perdón a la víctima. El texto está fechado el pasado 22 de julio y fue enviado a la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra, que lo recibió el 4 de agosto. La Sala no se la envió a la víctima ni a su representación legal al no tratarse de un documento propio del proceso judicial y dejó en manos de la defensa el hecho de si la quisiera notificar personalmente.

El 23 de julio, la Junta de Tratamiento de la prisión de Puerto III rechazó la petición de José Ángel Prenda. Prenda había pedido un primer permiso para salir unos días de la cárcel. Menos de un mes después de aquella petición frustrada, Prenda escribió la carta que este jueves desvelaba Caso Abierto, el portal de sucesos e investigación de Prensa Ibérica. El condenado y ahora violador confeso puede recurrir esa decisión al juez de vigilancia penitenciaria, y en última instancia al tribunal de la Sala Segunda de la Audiencia de Navarra.

"Por medio del presente escrito quiero manifestar a título personal (...) mi total arrepentimiento por el delito por el cual cumplo esta condena y mi solicitud personal de perdón a la víctima por los daños causados, los cuales lamento profundamente, y así mismo a sus familiares directos", escribió desde el Centro Penitenciario Puerto III (Cádiz).

En la carta, de una sola página y que incluye la firma de José Ángel Prenda, pide "a la Ilustrísima Sala" que el "perdón sea comunicado y trasmitido a la víctima y sus familiares a través de los medios que dispone la Administración de Justicia para ello". A su arrepentimiento le sigue otra petición: "Que por favor, conste en mi ejecutoria y expediente penitenciario esta solicitud (de perdón) por escrito y se me dé copia de la misma".

Prenda ha cumplido ya una cuarta parte de su condena de 15 años, cuatro años y tres meses en la cárcel en dos periodos diferentes, por lo que puede pedir permisos. Permaneció en prisión preventiva desde julio de 2016 hasta junio de 2018, fecha en que salió en libertad, junto al resto de miembros de La Manada a la espera de que la condena fuera firme.

Fuentes penitenciarias explican que el reconocimiento del delito y la petición de perdón no son requisitos que figuren en la ley para obtener beneficios penitenciarios o acceder a una progresión de grado, si bien sí son "elementos a valorar de forma positiva" por las juntas de tratamiento de las prisiones a la hora de analizar alguna concesión. La decisión de remitir esta carta, según su abogado, es estrictamente personal.

Los otros cuatro condenados por la violación, el ex guardia civil Antonio Manuel Guerrero, el que era militar de la UME Alfonso Cabezudo, el peluquero Jesús Escudero y Ángel Boza también pueden ya pedir permisos de salida. Ninguno ha escrito una carta confesando sus delitos ni pidiendo perdón a las víctimas.