- El presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, lamentó ayer que la pandemia haya “empujado a casi 100 millones de personas a la pobreza extrema”, sobre todo en países en desarrollo, después de “décadas de disminución constante” de las tasas de pobreza. Malpass aseguró que “para reanudar el progreso en el desarrollo” tras la pandemia, “una prioridad inmediata es asegurar el acceso a las vacunas y acelerar su despliegue”.

“Los retrocesos en el desarrollo amenazan la vida, el empleo, los medios de subsistencia y el sustento de las personas. En muchos lugares del mundo, la pobreza está aumentando, los niveles de vida y las tasas de alfabetización están disminuyendo”, dijo. Asimismo, aseveró que “los logros pasados en materia de igualdad de género, nutrición y salud están retrocediendo”, mientras que para algunos países “la carga de la deuda que ya era insostenible antes de la crisis está empeorando”.

En este sentido, señaló que si bien lo países ricos “están proporcionando billones de dólares en programas de gasto”, las naciones con bajos ingresos se enfrentan a una alta inflación, desempleo, escasez de vacunas y de alimentos, algo que agudiza todavía más las desigualdades mundiales. En esta línea, indicó que a mediados de 2021, “más de la mitad” de los países más pobres del mundo “se encuentran en problemas de deuda externa o en riesgo de padecerla”, algo que podría empeorar en caso de que los precios de las materias primas sean “volátiles” y las tasas de interés aumenten. Sin embargo, alabó los “esfuerzos extraordinarios” que “muchos países en desarrollo” han hecho para “mantener la actividad económica durante la pandemia”.

Malpass recordó que, desde abril de 2020 hasta junio de este año, el BM ha aportado más de 157.000 millones de dólares para lidiar con los impactos sanitarios, económicos y sociales de la covid-19, que catalogó como “la crisis más grande de nuestra historia”. Según dijo, el BM ha proporcionado financiación para las vacunas en 62 países.