- Desde que el martes se activó el semáforo de riesgo volcánico en La Palma por los cientos de pequeños terremotos que sacuden la isla son muchos los que se preguntan si habrá erupción. Por ahora, no hay respuesta, pero esto es lo que la historia de Canarias enseña que cabe esperar.

En tiempos históricos -es decir, desde que hay registros escritos, desde la Conquista del siglo XV-, Canarias ha vivido unas 16 erupciones (algunas de ellas con más de una ventana de emisión), concentradas en cuatro islas: Tenerife, La Palma, El Hierro y Lanzarote. La lista la forman las tres islas más jóvenes en términos geológicos (y más activas) del archipiélago, pero también la segunda más antigua, Lanzarote.

Del vulcanismo en Canarias suele decirse que no ha sido particularmente dañino, pero esa expresión depende de dónde se ponga el foco: si es en vidas, los volcanes de Canarias “solo” han matado a 24 personas en seis siglos.

Pero si se les preguntara a los vecinos de Lanzarote del siglo XVIII por esa catástrofe que cubrió de lava y cenizas la cuarta parte de la isla, la erupción de Timanfaya, o a sus coetáneos de Tenerife por la colada ardiente que cubrió el puerto de Garachico, entonces el más importante de la isla, probablemente la respuesta fuera bien distinta.

En las últimas horas, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha revelado sus cálculos sobre el magma que presiona bajo el suelo de La Palma y que ya ha elevado diez centímetros el terreno en algunos puntos de la isla: son 11 millones de metros cúbicos. Esa cantidad equivale a la cuarta parte del material que emitió la última erupción registrada en la isla, la del Teneguía (1971).