- Se han cumplido ya tres años y la herida en la familia de Asier Niebla sigue sin cicatrizar. Sus padres apenas han remontado y continúan precisando de ayuda psicológica. “Cuando te ocurre algo así, sabes que el dolor es de por vida, pero al menos encuentras cierto alivio en la justicia”. El problema, reflexiona Juanjo, hermano de la víctima mortal, es cuando los tribunales emiten una sentencia que no responde a lo que la familia entiende de justicia. “Mientras dure este proceso no vamos a poder cerrar la herida, e incluso puede que añada aun más dolor. Al menos, nos quedará la conciencia tranquila de haber hecho todo cuanto está en nuestra mano”, señala, visiblemente molesto con la resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que ha desestimado la alevosía y agravante de género en el caso del joven condenado por acabar con la vida de su hermano.

Una ofrenda floral, con un pequeño recorrido que concluyó en la puerta de Asier, situada en la Casa de Cultura de Urnieta, recordó ayer al joven en su localidad natal. Se cumplen ya tres años de la agresión. Ocurrió en el primer día de la Aste Nagusia de Donostia, cuando Asier fue golpeado por la expareja de una chica con la que conversaba. La familia entiende que para cerrar esa herida necesita que se aprecie la agravante de género en la condena al agresor, como así lo estimó el tribunal del jurado encargado de enjuiciar el caso después de seis sesiones de juicio e intensas deliberaciones en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa. “La fiscal y la jueza lo corroboraron, por lo que no podemos entender que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco diga lo contrario”, alega Niebla.

El pasado junio el TSJPV desestimó la existencia de una agravante de género y rebajó la condena del agresor al precisar que, para su aplicación, era preciso haber acreditado que el autor cometió los hechos contra una víctima mujer por el mero hecho de serlo. Es por ello que el Tribunal Superior rebajó hasta los 11 años y 6 meses la condena de 12 años y 11 meses impuesta por la Audiencia de Gipuzkoa al acusado.

El antes y después en la vida de esta familia lo marca la madrugada del 12 de agosto, cuando el condenado coincidió en el exterior de un bar de la Parte Vieja con ambos. Al verles, propinó un fuerte puñetazo por la espalda a Asier que hizo que se desplomara golpeándose la cabeza en el suelo. Como consecuencia de la caída, fue ingresado en la UCI del Hospital Donostia, donde falleció en octubre. “Aunque mi hermano fue quien perdió la vida, en este caso hay varias víctimas”, señala Juanjo, quien defiende que el contexto de la agresión es de violencia machista porque el golpe a Asier también iba dirigido a la chica: o estás conmigo o no vas a estar con nadie más.

La familia tiene de plazo hasta mediados de septiembre para recurrir ante el Tribunal Supremo. Entretanto, las muestras de cariño hacia la familia, como pudo visualizarse en el acto de ayer, siguen siendo una constante tres años después de lo ocurrido.