- Las investigaciones abiertas tras la brutal paliza propinada el pasado domingo en Amorebieta a un joven de 23 años, vecino de Lemoa, han logrado hasta el momento la detención de ocho integrantes -cinco de ellos menores- de una banda juvenil, conflictiva y violenta, denominada Hermanos Koala. Mientras prosiguen las pesquisas para detener a más participantes en la agresión, se analiza si los detenidos, de entre 15 y 38 años y todos con antecedentes, han podido incurrir en un delito de intento de homicidio.

El padre de la víctima, ingresada tras el ataque en el Hospital de Cruces, confirmó ayer que su hijo se encuentra en “estado muy grave” pero que, después de dos intervenciones quirúrgicas, los médicos “son optimistas”.

La búsqueda y detención de los responsables de la paliza prosigue al mismo tiempo que crece la reprobación social y política por este tipo de actos violentos. Según informó ayer el consejero de Seguridad los ocho detenidos pertenecen a una “pandilla violenta” que tiene antecedentes en agresiones previas. Erkoreka dio ayer detalles sobre la operación que desarrolla la Ertzaintza y que sigue abierta, por lo que podría haber más arrestos, y explicó que a falta de que concluya la investigación los detenidos podrían enfrentarse a una serie de delitos, entre ellos el de “intento frustrado de homicidio”.

“Hay que recordar las voces que se escuchan en los vídeos (en el que decían matadle) y hay que dilucidar cuál era la voluntad de los agresores, si era la de provocar una lesión, si iba más allá o si, en sintonía con quienes les jaleaban, pretendían, incluso, acabar con su vida de una manera violenta”, explicó el consejero. Precisó, sin embargo, que se debe esperar a recoger los testimonios y más evidencias para contar con un “respaldo documental y testifical más sólido” que permita argumentar los delitos que puedan imputárseles.

Las detenciones se han producido en Bilbao, Barakaldo y Erandio y todos pertenecen a una banda juvenil autodenominada Hermanos Koala, que no es de reciente aparición en el panorama delictivo, sino que “tiene precedentes en una generación anterior que se manifestaba también violentamente y en grupo hace ya algunos años”. “Ahora emerge o se reorganiza a través de una generación más joven”, precisó el consejero.

Erkoreka destacó que estas detenciones están permitiendo “avanzar en el desmantelamiento de estructuras que ejercen la violencia indiscriminada en algunos lugares y ciudades de Euskadi”. Uno de los arrestados se entregó y el resto fueron detenidos, indicó Josu Erkoreka, quien detalló que los implicados residen en Bizkaia y que alguno de ellos ha estado tutelado por la Diputación foral en algún momento de su vida.

Tras la agresión, en la que unas veinte personas actuaron de forma organizada, los autores le robaron sus pertenencias al joven y posteriormente difundieron imágenes de esa acción en diferentes redes sociales, “creando una gran alarma social”. Según el Departamento de Seguridad, los agresores llegaron a “utilizar objetos contundentes, como palos y botellas, hasta hacer que el agredido quedara tendido en el suelo en estado inconsciente, donde siguieron golpeándole con ensañamiento, para finalmente arrebatarle sus pertenencias y huir del lugar”.

Las indagaciones realizadas han permitido determinar la participación de los detenidos en otros robos con violencia perpetrados durante la noche de la agresión en la misma zona de Amorebieta, de los que fueron víctimas al menos otros cuatro jóvenes que sufrieron asaltos y agresiones.

Por su parte, el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, calificó la brutal paliza de “acto criminal”. “Estamos ante hechos que son actos delictivos, actos criminales que no pueden ser aceptados como algo normal o como una cosa de algunas personas. Es un tema muy serio que no debería producirse, en el que, probablemente, puede haber indicios de que haya actitudes de odio hacia diferentes características de las personas y que no se pueden aceptar de ninguna manera”, reflexionó Zupiria.

En este sentido, Josu Erkoreka dijo que prefiere “no especular” sobre el origen de la agresión consciente de que “la idea del componente de odio está latente en la opinión pública”. “La investigación arrojará luz sobre este particular y que nadie dude de que si se aprecia un componente de odio estará presente sin duda en las actuaciones policiales”, indicó.

“La banda, que ahora emerge, actuaba violentamente y en grupo hace ya años”

Consejero de Seguridad