La llegada de la pandemia incrementó la congestión de los juzgados vascos casi un 10%, la pendencia -o cociente entre los asuntos pendientes y los resueltos- se disparó al 34 % y la tasa de resolución fue inferior a la media del Estado español, según la memoria judicial del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

Ese documento detalla que si bien el número de asuntos ingresados en los órganos judiciales en 2020 fue de 189.773, inferior en 24.951 a la cifra de entrada de 2019, y que la tasa de litigiosidad -que mide los asuntos registrados por cada 1.000 habitantes- bajó un 12 %, el parón de la Administración vasca de Justicia durante el estado de alarma congestionó los juzgados y esa saturación se arrastró todo el año.

"La significativa ralentización de la actividad judicial desde la suspensión de plazos procesales" acordada en el real decreto del estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria hasta su alzamiento el 4 de junio, modificó "la fotografía de la situación de los órganos judiciales", refleja el TSJPV.

La pandemia conllevó además un incremento significativo de litigios en órdenes jurídicos específicos, como el civil-familiar, el mercantil, el social y el contencioso-administrativo, y evidenció carencias en herramientas para el trabajo de manera telemática.

El año pasado, los catorce partidos judiciales vascos, de los que 2 están en Araba, 6 en Bizkaia y otros tantos en Gipuzkoa, y que aglutinan 172 órganos judiciales, unipersonales y colegiados, contaban con 231 jueces y magistrados, 143 eran mujeres -el 61,9 %-, con una media de edad de 48,2 años, y 88 eran hombres, con una media de 52,4 años.

La ratio por población de jueces y magistrados de carrera destinados en Euskadi era en 2020 de 10,5 por cada 100.000 habitantes, inferior a la media estatal, situada en el 11,4.

En el orden civil ingresaron 78.159 asuntos, 10.373 menos que en el año anterior; y en lo penal, 82.812 asuntos, 13.830 menos; en lo contencioso-administrativo se registraron 7.613 asuntos, 521 menos; y 21.189 asuntos en el orden social, 227 menos.

Sumando los cuatro órdenes jurisdiccionales se habían resuelto al 31 de diciembre de 2020 un total de 179.251 asuntos, siendo 189.773 el número de los asuntos ingresados, por lo que la tasa de resolución ha disminuido un 3,5% respecto de la alcanzada en el año anterior y fue inferior a la media española (0,95).

Al final de año quedaban 102.908 asuntos pendientes de resolver y los asuntos resueltos ese año fueron 179.251, de modo de la tasa de pendencia subió un 34,4 % respecto a 2019.

La correlación entre la suma de los asuntos en tramitación al 1 de enero de 2020 (89.805) más los ingresados en el año 2020 (189.773), y, por otra parte, los asuntos resueltos en el año (179.251), constata una tasa de congestión (1,56) superior un 9,8% a la de 2019. Este comportamiento fue similar al ocurrido de media en el Estado.

Cada juez o magistrado que ejercía en Euskadi ingresó de media 851 asuntos, un 10,8 % menos que el ejercicio anterior, y dictó de media 253,6 sentencias al año, un 16,1 % menos.

En el conjunto de los juzgados españoles, la duración media estimada de los procesos en la primera instancia fue de 6,5 meses y en los juzgados vascos, de 6,1 meses.

En esa memoria la secretaria de gobierno del TSJPV expone que la pandemia "ha repercutido de una manera muy significativa" en los juzgados vascos "al no contar con herramientas informáticas de teletrabajo", si bien se ha avanzado en el desarrollo de las comunicaciones telemáticas, "con una clara determinación en cuanto a la presentación de escritos de trámite por vía telemática".

"El año 2020 ha puesto en evidencia la necesidad de continuar con una coordinación fluida entre todos los operadores jurídicos así como la importancia de la tecnología y el cambio en la organización del trabajo en las oficinas judiciales", concluye.