Casi la mitad de la población vasca cree que sería preferible que la mascarilla, de la que a partir de hoy se podrá prescindir en exteriores, siguiera siendo obligatoria en espacios abiertos durante algunos meses más. Y es que la ciudadanía, en Euskadi, está realmente preocupada por la propagación del coronavirus. Así lo recoge el último estudio del Gobierno vasco sobre las percepciones y actitudes vinculadas a la pandemia y sus consecuencias.

El informe, cuyo trabajo de campo se realizó entre los días 15 y 18 de junio, cuenta con una muestra de 1.000 personas, de las cuales un amplio 92% cree que la pandemia acarreará consecuencias económicas para Euskadi. Seis de cada diez, preguntados por su situación individual, piensa que las consecuencias las sufrirá de forma grave.

Sin embargo, el principal temor de la ciudadanía vasca está en la salud. El informe del Gobierno vasco coincide con los datos del Deustobarómetro, que sitúa el coronavirus y la salud como primera preocupación, muy por encima de la segunda opción, el empleo y la economía. Esta preocupación también se ve refrendada por la preferencia de los criterios sanitarios frente a los económicos al abordar la pandemia. Asimismo, el Deustobarómetro arroja una cifra que muestra esa preocupación por la salud colectiva: a un 58% le gustaría un mando único de la OMS para imponer decisiones a los gobiernos.

Además de un grueso de población preocupada por la eliminación de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores (47%), existe un 10% que prefiere que la medida que ha entrado en vigor hoy solo la disfruten los vacunados. A pesar de que tres de cada cien personas encuestadas responde que no se vacunará, un 90% está ya vacunados con pauta completa, con una dosis o está esperando ser citado. La opinión general aprueba holgadamente la información que se está dando sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas así como la gestión de la vacunación en Euskadi. Dato que viene refrendado por aquellos que aseguran no haber cambiado su comportamiento con respecto a las normas de prevención tras el final del estado de alarma, allá por el 9 de mayo de 2021.

Nueve de cada diez entrevistados dice cumplir con rigor las recomendaciones sanitarias. Es más, una amplia mayoría de entrevistados vacunados no ha bajado la guardia en el uso de mascarilla, en el cambio de hábitos de movilidad o en relación con las personas que se reúne, a pesar de estar inmunizados. La nota positiva la ponen quienes han mejorado mucho su situación emocional, o al menos bastante, tras la inyección o inyecciones. Son datos del estudio del Gobierno vasco, que se complementan con los de la prospección social del Deustobarómetro, donde parece crecer la alegría y caer el hartazgo, el aburrimiento, la tristeza o el enfado. La ciudadanía califica su salud emocional con un 6,9, quizá lastrada por el miedo al contagio, que se mantiene alto: un cuarto de la población vasca aún cree que es probable que pueda contagiarse por coronavirus.

Observamos en esta 16ª edición del Deustobarómetro señala que en torno a un cuarto de la población vasca ha reducido gastos en alimentación, ha dejado de comprar ropa o calzado necesario o ha optado por no acudir al dentista. “Entre la población desempleada, además, un 75% ve poco probable encontrar una salida laboral”, apostillaron desde el equipo investigador. Los más pesimistas se plasman en el informe técnico del Gobierno vasco siendo casi la mitad y apostando por 2023 como año de la recuperación económica.

El Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, es el organismo mejor valorado en el barómetro de la Universidad de Deusto, con un 6,4. En el informe de la Administración la población lleva a Osakidetza hasta el notable, con un 7,9 gracias a la atención y los cuidados que está dando a las personas enfermas de covid-19. Notable alto, casi sobresaliente se llevan los sanitarios. La puntuación más baja, con un aprobado raspado, se la dan a los medios de comunicación.

El otro sector reconocido por la población de Euskadi, según el barómetro conocido ayer, es el sector educativo. Se colocan y mantienen en lo alto la educación pública en universidades y en colegios e institutos. No obstante, las políticas de vivienda o la Administración de la Justicia, suspenden.

El 24% de la población opina que la situación económica va a mejorar, “dato que no veíamos desde verano de 2015”, según indicó María Silvestre, investigadora de la Universidad de Deusto. La percepción optimista también se plasma con un 32% en el informe del Gobierno vasco, que ven en 2022 el año del rebote económico.

La higiene ha venido para quedarse según los resultados del informe de Deusto. La población vasca confía en que los besos y los abrazos no sean cosa del pasado: cuatro de cada diez quieren que se vuelva a la situación prepandémica. El teletrabajo, a pesar de las malas opiniones, de incluso el suspenso por parte del 60% de la población entrevistada, parece que llegó por necesidad para quedarse. Cambio que se ve plasmado también en el informe del ente público.

217 positivos

El jueves se realizaron 5.312 pruebas -2.986 PCR y 2.326 test de antígenos-, con un resultado de 217 nuevos infectados. La tasa de positivos respecto a las pruebas realizadas se incrementó del 2,6% al 4,1%.

Menores de 18

Por edades, el mayor número de contagios se produce entre los menores de 18 años, 82 casos, seguido de los comprendidos entre 19 y 39 años, 76 casos, y de las personas de entre 40 y 64 años, con 44 casos.

Ingresos

En los hospitales vascos ingresaron el jueves en planta 24 personas con covid, cinco más que el día anterior, y se mantienen en 65 las personas hospitalizadas en planta.

UCI

En las UCI hay 34 camas ocupadas por pacientes con covid, una menos que la jornada previa.