Hasta el momento no existe ninguna terapia efectiva para tratar el SARS-COV-2, pero la transfusión de plasma sanguíneo de personas que se han recuperado del covid podría ser un tratamiento prometedor. Es lo que Euskadi intenta determinar con su participación en un proyecto europeo de investigación, cuyo objetivo es conocer la eficacia clínica de este plasma de donantes que han pasado el coronavirus.

En la actualidad, cerca de 700 vascos han sido considerados idóneos para donar plasma por la alta cantidad y calidad de anticuerpos, con lo que se ha logrado obtener 2.500 dosis que podrían ser utilizadas para intentar curar a pacientes en fases tempranas de la infección. Para coordinar toda la investigación en la zona norte, el Centro vasco de Transfusiones y Tejidos Humanos de Osakidetza ha recibido 2,8 millones de la Comisión Europea.

El programa, en el que toman parte 150 centros de transfusión de toda Europa, consiste en detectar y captar donantes de covid cuyo plasma contenga un alto nivel de anticuerpos que pueda ser transferido a pacientes en los primeros días de infección. Los resultados obtenidos hasta la fecha apuntan a que esta es la vía que resulta más eficaz para reducir la mortalidad. Por ello, Osakidetza recuerda que deben recogerse el mayor número posible de donaciones que garanticen el suministro.

Desde el comienzo de la pandemia, el Servicio Vasco de Salud comenzó diferentes ensayos clínicos y estudios destinados a evaluar el impacto clínico de esta iniciativa y la posibilidad de materializarla, tomando como referente el uso de este componente de la sangre para producir anticuerpos de diversas enfermedades infecciosas como el tétanos o la hepatitis B y su utilización para obtener medicamentos esenciales en el tratamiento de numerosas enfermedades.

La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, subrayó ayer la importancia de los fondos europeos recibidos porque servirá para aumentar la inversión en equipos, bienes y servicios que posibiliten una mayor capacidad de extracción, recogida, almacenamiento y distribución. Asimismo la consejera recordó que la obtención de plasma no es una necesidad puntual y limitada a esta pandemia, sino que es "vital" para el sistema sanitario y "tan importante como la donación de sangre".

Euskadi es un referente en este ámbito, pero el incremento continuado de la demanda de medicamentos derivados del plasma hace necesario aumentar el número de donantes en 10.000 personas más y la puesta en marcha de unidades de donación de plasma fácilmente accesibles en los núcleos urbanos.