A las siete de la tarde en la explanada de San Mamés los 120 invitados a una boda que se celebrará mañana en Gueñes se van a realizar una PCR para disfrutar así de una ceremonia segura. Para ello, la empresa de eventos que organiza la ceremonia, ha contratado una furgoneta que lleva una unidad móvil para hacer las pruebas.

Se trata de una prueba piloto con la que la Asociación del Sector Nupcial del País Vasco, EHESE/ASNPV, pretende demostrar que el protocolo de bodas seguras es eficaz y que con mascarilla y las pruebas realizadas se podría recuperar el baile. Alex Muñoz, presidente de la asociación, señala que es la propuesta que han planteado para su inclusión en la Ley Antipandemia que se elabora en estos momentos en el Parlamento Vasco.

Mañana, ya en la boda, se seguirán todas las medidas "dispuestas en nuestro protocolo de bodas seguras así como en las medidas del Gobierno vasco para este tipo de celebraciones". Además, según señala Alex Muñoz, se llevará a cabo un control posterior de manera que se valorará que los asistentes, tanto invitados, novios, así como profesionales no tengan síntomas o den positivo en los 15 días posteriores.

La Asociación del Sector Nupcial del País Vasco (EHESE/ASNPV), asegura que el sector sufrió una caída de la facturación del 92% en 2020. Este año de media en todo el sector que tiene 150 asociados han perdido el 68%. Por traducir a números la empresa de eventos de Alex Muñoz, en un año normal venía desarrollando del orden de unas 240-260 bodas. En 2020 bajaron hasta 14 y este año están programadas unas 46, aunque "día a día se van cayendo". Con la vacunación "lo que sí estamos notando es que están aguantando un poco más antes de anular la celebración, con la esperanza de que se relajen las restricciones en la medida que haya cada vez más gente inmunizada".

Los organizadores de este tipo de eventos se encuentran con que muchas parejas están cancelando las celebraciones para hacerlas en casa privadas, "donde no hay ningún tipo de medida restrictiva". De hecho, el sector está detectando una fuga en este sentido por lo que han propuesto al Gobierno Vasco que adopte medidas. "Pretendemos demostrar, por un lado, que se puede permitir la pista de baile con mascarilla y sin consumición siempre que para consumir se tenga que volver a la mesa donde están comiendo".

A petición del Grupo Nacionalista Vasco y PSE la pasada semana los representantes de este sector comparecieron en la comisión de Salud del Parlamento para exponer su incertidumbre con respecto al futuro nupcial y plantear sus propuestas. "Solicitamos una serie de medidas para que las bodas pudieran celebrarse de manera segura. Para ello, presentamos un protocolo que nos gustaría tratar con los técnicos de Sanidad".

Muñoz explica que "en el borrador de la ley que se está elaborando vimos que la ocupación interior en estos eventos se iba a regular en un 35% y en el exterior un 75% por lo que quisimos contactar con ellos para exponer nuestras dudas. Hemos logrado que en el decreto lo cambien y nos asemejen a hostelería". Además, comparecieron también para que no esté prohibida la pista de baile con mascarilla. Respecto al cierre perimetral o a un confinamiento plantearon que las visitas a las fincas sea considerada una actividad socioeconómica y que se pueda seguir haciéndolo "porque al fin y al cabo es donde empieza la contratación de todos los profesionales de boda". También han solicitado que las mesas pasen de cuatro a seis. Argumentan que "los profesionales, restaurantes y fincas están dejándose un dineral en alquiler de menajes y mesas. Hasta 3.000 euros. Muchas bodas del País Vasco se desarrollan en exterior en fincas y por eso no tiene mucho sentido que en el exterior sean grupos de cuatro".

Muñoz mantiene que las bodas son eventos a los que se les asocia con un gran riesgo de contagios pero , "no es así", porque "se trata de encuentros totalmente trazados donde sabemos exactamente todos los invitados que va a haber. No entra ningún desconocido. No es como un establecimiento público donde las personas que puede coincidir no se conocen entre sí". Y, aunque la realización de las PCR tiene un coste añadido en las bodas, explica que curiosamente son la mayoría las bodas que prefieren hacerlo a sus invitados.

Por ejemplo, la boda que se celebra mañana en Gueñes de las veintitantas que tiene programadas este año, 14 de ellas ya han confirmado que van a hacer PCR.

Pruebas

El sector nupcial vasco con más 150 asociados plantea la necesidad de que los invitados se hagan una PCR o test de antígenos para asegurar que no se producen contagios en la celebración.

92%

En 2020 las pérdidas en facturación en las bodas fueron de un 92% este año se calcula que se situarán entorno al 68%.

Música

Si los invitados a una boda llevan hecha su PCR piden autorización para que se pueda recuperar la música con mascarilla, siempre que para beber uno se vuelva a la mesa en la que ha comido.

6

La mayoría de las bodas se realizan en fincas al aire libre. Piden que puedan ser mesas con grupos de seis. Alegan además el gran gasto en alquiler de material de los establecimientos.

Conformidad

La mayoría de las bodas creen ventajoso hacerse la prueba.

"Muchas parejas cancelan las bodas para hacerlas en casas privadas sin restricciones"

Pte Asociación Sector Nupcial Vasco