- La incertidumbre de 53.000 vascos menores de 60 años a los que se administró AstraZeneca, sigue sin resolverse después de mes y medio de espera. El Ministerio de Sanidad lleva varias semanas sopesando qué hacer, toda vez que detuvo la vacunación a esa franja de población por los efectos secundarios esporádicos con casos infrecuentes de trombos. Ayer recomendó a las comunidades autónomas, en la Comisión de Salud Pública, completar la pauta de vacunación de estas personas con Pfizer, después de que el Instituto de Salud Carlos III ha evidenciado, en un ensayo clínico, que es seguro y eficaz combinar ambos preparados.

Sin embargo, será hoy cuando se adopte una decisión definitiva en el seno del Consejo Interterritorial dado que la propuesta levanta serias suspicacias como ya han hecho público comunidades como Madrid, Andalucía o Galicia.

En Euskadi, alrededor de 53.000 personas menores de 59 años, fundamentalmente docentes, ertzainas, sanitarios de segunda línea, y otros profesionales esenciales como farmacéuticos o bomberos, están esperando ver qué ocurre con esta segunda dosis. Osakidetza lanzó un mensaje tranquilizador porque cree que esta moratoria “cumple con los márgenes de seguridad que garantizan la efectividad de la vacuna”.

Desde que el pasado 7 de abril, Sanidad vetó el uso de la vacuna de Oxford para esta franja de edad, estas personas están esperando. De hecho, la semana pasada se cumplió para muchos de ellos el plazo de 12 semanas previsto inicialmente para su segundo pinchazo, aunque posteriormente se alargó a 16. Hay que señalar que el Ministerio desoyó a la EMA (La Agencia Europea del Medicamento), que avaló el uso de la vacuna de Oxford, y sin embargo, decidió esperar al estudio sobre la mezcla de profilaxis para dar una solución a los afectados. Una investigación que se dio a conocer ayer.

El estudio Combivacs, impulsado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), concluyó que las personas vacunadas con una primera dosis de AstraZeneca a las que se ha administrado una segunda de Pfizer aumentaron la respuesta inmunitaria frente a la covid sin que se incrementasen los efectos secundarios conocidos, en su inmensa mayoría leves y moderados.

“Solo podemos concluir que la administración de una dosis de refuerzo es altamente inmunogénica y segura, y las reacciones adversas son similares en las que se tenía una pauta de administración única de otras vacunas y en ningún caso eran graves”, resumió Jesús Antonio Frías, coordinador de la Red de Investigación Clínica. Es decir, que combinar Vaxzevria con Cominarty (nombres comerciales de ambos fármacos) potencia mucho la respuesta del sistema inmunitario. Los anticuerpos IgG se multiplicaron hasta por 150 en los que recibieron una segunda dosis de Pfizer frente a aquellos que se quedaron con una sola de AstraZeneca. Mientras, los anticuerpos neutralizantes lo hicieron por 7, un incremento incluso superior al descrito con otras pautas de vacunación, detalló la directora del ISCIII, Raquel Yotti.

El ensayo reclutó 678 voluntarios en cinco hospitales que, tras la aleatorización, se dividieron en el grupo de intervención, formado por 441 participantes a los que se inyectó la segunda dosis de Pfizer entre las 8 y 12 semanas posteriores a haber recibido la de AstraZeneca, y uno de control, integrado por 232 a los que no se les completó la pauta.

Los efectos adversos observados entran dentro de lo esperado, son de carácter leve o moderado y se dan en su mayoría entre los 2 y 3 días posteriores al pinchazo para después desaparecer. Según explicó Magdalena Campins, jefa de Medicina Preventiva del Hospital Vall d’ Hebron, los participantes manifestaron reacciones adversas que prácticamente son “superponibles” a los que desveló el estudio de Pfizer.

A nivel local, los efectos más comunes fueron dolor en el lugar de la inyección (88%), endurecimiento del tejido cutáneo y subcutáneo, (35%) o eritema (31%), muy por debajo aparecieron erupción en la piel o lesiones pustulosas. Y a nivel general, la cefalea (44%), malestar general (42%), escalofríos (25%), náuseas (11 %), tos (7%), fiebre (2,5%), prurito (2 %), erupción cutánea (1%) y vómitos (0,9 %).

127.530 Pfizer

Euskadi espera recibir el próximo mes de junio 127.530 dosis de la vacuna de Pfizer a la semana. El lunes llegaron a la CAV 79.560 dosis de este suero, y se prevé que mañana se puedan recibir 7.700 de Janssen. Además Osakidetza espera esta semana una entrega de 14.400 dosis de Moderna, pero “sin día concreto”.

Mayores de 70

Esta semana se terminará de vacunar a los colectivos de 70-79 años y de 60-69 y se avanzará con los menores de 59 años. En el caso de los más mayores, Osakidetza solicita que las personas que “por el motivo que sea” no han atendido el mensaje enviado para la cita, se pongan directamente en contacto con el centro de salud para pedir hora.

44% con 1 dosis

Entre el 11 y 17 de mayo, Osakidetza administró 117.701 vacunas. Con estas inyecciones, al menos, el 44% de los vascos mayores de 16 años tienen una dosis suministrada y el 19, 5% ha logrado completar la pauta. “Siempre hemos afirmado que no era una cuestión de capacidad sino de disponibilidad de vacunas”, insistió ayer Sagardui.

En BioCruces. El ensayo, el primero a escala mundial que ofrece datos sobre la respuesta inmune derivada del uso combinado de dos vacunas distintas, se ha realizado en cinco hospitales españoles, entre ellos el Hospital de Cruces. Uno de los líderes del ensayo clínico, Luis Castaño, director científico del IIS Biocruces, ha detallado que en este ensayo clínico fase 2, han participado 676 pacientes de diferentes grupos de edad y regiones, que han recibido una sola dosis de AstraZeneca y van de los 18 a los 59 años.

El 17 de abril, el primero. Se les ha dividido en dos grupos: uno de 226 que recibió la dosis “inmediatamente” y otro de 450 que la recibió tras 28 días. Los resultados presentados son los analizados a los 14 días después de recibir Pfizer. La primera persona participante recibió la dosis de refuerzo de Pfizer el sábado 17 de abril en Cruces. En los siguientes 6 días, 673 personas entraron a formar parte del estudio. Tras la aleatorización, el grupo que recibió la segunda dosis fue de 441 participantes, mientras que el grupo control (sin segunda dosis) lo formaron 232 personas. La media de edad en ambos grupos fue de 44 años y la proporción de mujeres fue del 56%.