La cuenta atrás ha dado para mucha conversación, mucho debate, mucha alegría y esperanza, pero también mucha preocupación. El fin del estado de alarma ya es historia desde esta madrugada, pero... ¿Y ahora, qué? Podemos salir de la CAV, ir a la playa, al pueblo, al Pirineo, podemos cenar en un restaurante, acudir a bares, tiendas y actos culturales con horario de cierre ampliado, ir a casa sin límite de hora, entrenar en grupo, en fín, casi, casi, volver a vivir de forma parecida a como lo hacíamos antes de que esta pandemia lo trastocara todo hace más de un año.Pero las ganas acumuladas durante los últimos seis meses de disfrutar de esta esperada y necesaria apertura social también causa desconcierto y preocupación en Euskadi, donde la situación no es para echar cohetes en lo que se refiere a contagios, hospitalizaciones y ucis.

Así se refleja en el llamamiento que el lehendakari Urkullu hacía ayer, horas antes de que decayera el estado de alarma, apelando a la "responsabilidad individual y al compromiso colectivo de la ciudadanía "en pro del bien común: la salud y la vida".

Coincidiendo con la publicación en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) del decreto con las nuevas restricciones —en vigor ya desde esta pasada madrugada—, el lehendakari volvía a pedir en redes sociales que se mantengan "los valores de compromiso, esfuerzo, tenacidad, trabajo en equipo y solidaridad".

"Mantengamos con rigor todas las medidas que nos protegen y con las que protegemos a quienes nos rodean. Mantengamos las medidas que venimos cumpliendo con gran compromiso: mascarilla, limpieza de manos, ventilación, distancia interpersonal y burbuja social", emplazaba Urkullu, quien también quiso reconocer, agradecer y poner en valor "el gran esfuerzo hecho por la sociedad vasca a lo largo de estos 14 meses de pandemia".

Ahora queda el "tramo final", en el que hay que hacer "un último esfuerzo (...). Las próximas tres semanas son claves", aseguró Urkullu, en referencia a la revisión que el LABI realizará a finales de este mes del decreto publicado ayer y después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) dictaminara el viernes que sin estado de alarma no se pueden mantener en Euskadi los confinamientos autonómicos o municipales, el toque de queda nocturno, ni el límite de agrupaciones de cuatro personas al considerar que afecta a derechos fundamentales que garantiza la Constitución.

Recuperamos la movilidad, principalmente porque ya podemos desplazarnos a otras comunidades autónomas y porque desaparece el toque de queda después de meses de limitaciones horarias, pero siguen existiendo restricciones y el virus sigue golpeando fuerte en nuestra comunidad autónoma.

En este sentido el coordinador del LABI, Jonan Fernández, advierte de que con el fin del estado de alarma, " no hay veda libre para hacer lo que se quiera", ya que se está aún en una situación "de emergencia sanitaria". "Es un poco prematuro plantear que se está ante un paso hacia la normalidad" y, probablemente, en tres o cuatro semanas se pueda decir eso, ya que actualmente las tasas de incidencia son altas, por encima de 400, y los hospitales están tensionados. No podemos plantear que esta noche (por ayer) empieza la normalidad", remarcaba Fernández.

Desde hoy, el cierre de la hostelería y el de las actividades culturales, sociales y comerciales se amplía hasta las diez de la noche, y no habrá límites a la movilidad diurna o nocturna, pero el decreto "recomienda" reducir la interacción social, en especial la nocturna, así como evitar la agrupación de personas por la noche, que no se produzcan "fiestas" y "contribuir a rebajar al máximo posible la transmisión" del covid. Hay que recordar que está prohibido consumir alcohol en la vía pública y en recintos exteriores tipo botellones o fiestas.

El aforo en el interior de locales de hostelería se limita al 50% y está prohibido consumir en barra o de pie, mientras que solo cuatro personas podrán sentarse en la misma mesa y con mascarilla obligatoria, salvo en el momento de la ingesta.

Quienes aprovechen hoy para desplazarse a las playas o piscinas, deben saber que ya no es obligatorio usar la mascarilla durante el baño siempre que se permanezca en un espacio determinado donde se pueda respetar la distancia de seguridad interpersonal". Sin embargo, para pasear por los arenales es obligatorio llevarla puesta.

Si ir al mercadillo es la opción para este domingo, se encontrarán con que el aforo sigue estando limitado a la mitad de puestos. En el caso de los locales de juego, deben cerrar igual que otros establecimientos, a las diez de la noche, y tendrán aforo máximo del 50%.