- “Hemos matado a tres blancos. También tenemos dos vehículos con ametralladoras y doce motocicletas”. La rama de Al Qaeda en Burkina Faso, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), reivindicó en un audio que está siendo investigado el asesinato del periodista navarro David Beriáin, el vizcaíno David Fraile y el irlandés Rory Young, tras la emboscada perpetrada el pasado lunes cerca de ciudad de Pama.

Según la información de una consultora de inteligencia, el grupo terrorista, con base en Mali, también difundió en redes sociales supuestas fotos de las víctimas, así como de parte del equipo que llevaban los periodistas, el material militar robado, y varias cámaras, teléfonos, el dron y las ametralladoras. El propio ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno burkinés, Ousséni Tamboura, atribuyó el martes el ataque a “terroristas”.

Los periodistas, que estaban grabando un documental sobre la caza furtiva en la zona formaban parte de un convoy que estaba integrado por dos vehículos tipo pick-up y una veintena de motocicletas en los que viajaban periodistas, agentes medioambientales y una escolta militar. Después de descender de los vehículos y comenzar a manipular un dron para grabar imágenes aéreas, comenzó el ataque perpetrado por hombres armados.

La rama de Al Qaeda en Burkina Faso se creó en 2017 a partir de una fusión de distintos grupúsculos islamistas que se habían activado en la región a raíz del conflicto del vecino país de Mali. A finales de 2017, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes tenía poco más de 500 hombres, según los servicios de inteligencia franceses. Según un estudio realizado en 2019 por el Instituto de Estudios de Seguridad (ISS África), los grupos yihadistas del Sahel se autofinancian a través del tráfico local, como el tráfico de armas, una forma de impuesto sobre el ganado y extracción de oro artesanal.

Entre las acciones reivindicadas por JNIM figura la muerte de tres soldados franceses, el 1 de enero de 2021, en un ataque en la carretera que une Gossi y Hombor en la zona fronteriza con Níger y Burkina Faso cuando su blindado fue alzanzado por un aparato explosivo. Además, el grupo ha reclamado en los últimos cuatro años diferentes ataques y ha difundido vídeos de ciudadanos occidentales o de soldados de Mali secuestrados.

Burkina Faso sufre ataques yihadistas desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina de manganeso Tambao, en el norte. La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque la inseguridad se ha ido expandiendo a provincias limítrofes, y desde el verano de 2018 afecta también al este del país.