La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, anunció ayer que hoy comenzará la inoculación de las vacunas de Janssen, cuyas primeras 6.850 dosis llegaron ayer a Euskadi, a la empresa Bexen Medical de Hernani. En una entrevista en ETB-1, la consejera informó de que esta nueva cuna monodosis comenzará a inyectarse a partir de hoy a los ciudadanos de entre 70 y 79 años con problemas de movilidad o que viven en zonas dispersas.

La consejera de Salud explicó que desconoce aún la cantidad de dosis de Janssen que llegarán a la Comunidad Autónoma del País Vasco en las próximas semanas, y tan solo sabe que en abril se recibirán unas 13.000 dosis y que llegarán todas a la vez. Tras las 6.800 recepcionadas ayer, el lunes se recibirá la misma cantidad.

Por su parte, el delegado del Gobierno central en el País Vasco, Denis Itxaso, recordó a través de las redes sociales que el Ministerio de Sanidad ha entregado ya cerca de 15 millones de dosis de vacunas anticovid a las comunidades autónomas, de las que 750.000 han llegado al País Vasco. De ellas, según precisó Itxaso, 650.000 ya han sido inoculadas y 100.000 aguardan almacenadas.

La pandemia se resiste a tocar techo en Euskadi. La mortalidad repunta, con 32 fallecidos en la última semana, los nuevos contagios encadenan datos en escalada con otro millar de infectados, y eso impacta en Osakidetza porque la red sanitaria no da abasto. A la vista de estos datos, Sagardui describió la "cruda realidad"de hospitales llenos. Por ello, instó a la población que cumpla las medidas de prevención frente al covid-19, dado que el sistema sanitario se encuentra "tensionado".

Con un virus en expansión, la situación hospitalaria se está volviendo casi insostenible. El número de pacientes vascos ingresados con covid se ha disparado ya a 711. La presión hospitalaria vuelve así a niveles de febrero, donde la ocupación era altísima por el peaje de la Navidad, con cifras de hospitalizados que no se registraban desde el 10 de aquel mes. En total, los hospitales atienden a 711 enfermos, 33 más que el lunes, de los que 158 están en estado crítico, cuatro más, con hospitales como el de Donostia derivando pacientes graves a Txagorritxu y a Cruces.

Con este preocupante escenario, el lehendakari, Iñigo Urkullu, insistió ayer en que "Euskadi no está en situación de flexibilizar" las actuales restricciones. En este sentido, reiteró que aquí están en vigor "las medidas más severas implantadas en el conjunto del Estado". "Toca seguir insistiendo en el esfuerzo personal y colectivo", subrayó Urkullu, quien ligó el alto número de casos diarios a la "importante" cifra de pruebas que se efectúan en Euskadi, en concreto 12.709 el martes, y al trabajo de la red de rastreo.

Explicó que, además de tener en cuenta el dictamen que emita hoy el conocido como LABI técnico, valorará la convocatoria o no del órgano político en función de lo que pueda pasar con el decreto del estado de alarma, que el presidente del Gobierno no tiene previsto prorrogar más allá del 9 de mayo. Iñigo Urkullu recordó que quedan semanas hasta esa fecha, y agregó que espera que Sánchez modifique su criterio y lo cambie, a la vista de que "en el seno del Gobierno español hay opiniones diversas" sobre esta cuestión.