- Son las víctimas ocultas de la pandemia. Así se refieren anestesiólogos y cirujanos a esos pacientes quirúrgicos no covid que han visto este último año pospuestas su intervenciones por falta de camas en las UCI, hasta el 70% de las cirugías han sido canceladas en los picos de la pandemia. Lo explica el presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), Javier García, quien subraya que los retrasos en las cirugías están provocando un deterioro de los enfermos y un aumento de la mortalidad.

“Llevamos un año parando las cirugías cada vez que hay una ola epidémica y las víctimas son siempre las mismas; los pacientes quirúrgicos no covid”, señala García, jefe de Anestesiología del Hospital Universitario Puerta de Hierro. Sobre el exceso de mortalidad por el retraso en las operaciones durante la pandemia, García cita un estudio, liderado por el investigador Timothy Hanna, de la Queen’s University en Kinsgton, realizado con 1,2 millones de pacientes oncológicos. Según esta trabajo, retrasar ocho semanas una intervención de cáncer de mama aumenta el riesgo de muerte un 17% y si la demora es de 12 semanas la mortalidad crece al 26%. A su juicio, si la epidemia atraviesa un período valle es probable que la operación se realice en ese tiempo, algo que no ocurre cuando se está en el pico de la ola pandémica, “entonces todo se para muchísimo”, señala.

Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), Salvador Morales-Conde, pone el acento no solo en la cancelación de la actividad quirúrgica, sino también en la reducción de las pruebas diagnósticas y afirma que en 2020 en algunos hospitales madrileños las colonoscopias disminuyeron un 35%, y un 18% las gastroscopias. Morales-Conde considera que el impacto de las cancelaciones es mucho más significativo en la patologías benignas y remarca que la suspensión de cirugías en los hospitales españoles en 2020 alcanzó el 40% respecto a un año antes.