La Comisión Europea (CE) presentó ayer el certificado digital de vacunas de la covid-19, con la intención de que esté listo antes del verano para poder reactivar a tiempo los viajes en la temporada turística. El certificado será gratuito y se podrá presentar tanto en formato electrónico, con un código QR (un icono escaneable equivalente a un código de barras), como en papel, con un código de barras, para que también lo puedan utilizar los que carezcan de teléfono inteligente.

"Queremos ayudar a los Estados miembros a devolver la libertad de movimientos de forma fiable", dijo la presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen, a lo que el comisario de Justicia, Didier Reynder añadió que Bruselas espera que el documento esté listo "antes del verano, quizás en junio". Para que sea posible, previamente deben dar el visto bueno a la propuesta el Parlamento Europeo y los países de la UE, entre los que hay algunos como Francia o Bélgica que han expresado sus reticencias por la posibilidad de discriminar a las personas que no se han vacunado, teniendo en cuenta, además, que el ritmo de vacunación es inferior al esperado.

Bruselas, sin embargo, niega que exista tal discriminación, porque quienes no se hayan podido vacunar podrán demostrar que tienen anticuerpos si han superado el coronavirus, con una prueba PCR o un test de antígenos con resultado negativo. No obstante, la propuesta no resuelve la discriminación económica que puede haber respecto a los que tengan que pagar la prueba PCR o el test de antígenos, una cuestión que según explicaron fuentes comunitarias, deberán resolver las autoridades estatales.

A este respecto, la CE pidió ayer que el certificado que reclaman países como España y Grecia para facilitar los viajes turísticos el próximo verano beneficie tanto a quienes hayan sido vacunados como a quienes tengan anticuerpos o un test negativo reciente, al tiempo que ha avisado de que no debe ser entendido como un pasaporte que garantice la libre circulación sino para eximir de medidas sanitarias como la cuarentena a quién lo posea.

Según la CE, el pasaporte garantizará la veracidad de los datos, sin que se puedan falsificar, y para que el certificado se reconozca en todos los estados miembro estará disponible en la lengua oficial del país que lo emita y en inglés. El Ejecutivo comunitario pretende que se reconozcan únicamente las vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), si bien dio permiso a los gobiernos para que acepten otros fármacos, como el ruso Sputnik V o el chino Sinopharm.

El certificado esta pensado para reactivar los viajes en la UE y se aceptará también en Noruega, Islandia, Suiza y Lichtenstein, que lo amplían al Espacio Económico Europeo (EEE). Además, Bruselas pretende colaborar con terceros países que tengan certificados similares, aunque las fuentes mencionadas no creen que los acuerdos sobre la interoperabilidad del documento se puedan alcanzar antes del verano. En cualquier caso, el pasaporte sanitario será temporal y caducará cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declare el final de la pandemia porque "volveremos a la libre circulación habitual", dijo Reynders. Y además, estará restringido a los viajes, en cualquier modo de transporte, y no a otros posibles usos como la asistencia a actos culturales o la entrada a comercios.

Para que el certificado funcione es necesario que avance la campaña de vacunación, dijo Von der Leyen, y además, debe hacerlo porque "la situación epidemiológica está empeorando por las variantes y vemos que en algunos estados miembro se está formando la cresta de una tercera ola". Según explicó la dirigente alemana, en el segundo trimestre se esperan 360 millones de dosis, teniendo en cuenta las de Pfizer-Biontech, Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca, que ya ha avisado que no podrá cumplir sus compromisos iniciales para el primer semestre de 2021.

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Los casos por cada 100.000 habitantes subieron en el Estado nueve décimas en las últimas 24 horas notificadas, lo que podría indicar una nueva tendencia al alza.

Tres trombosis y una muerte por ictus detectadas en España. El Ministerio deSanidad informó ayer de la muerte de una persona con un ictus isquémico, que recibió la vacuna de AstraZeneca en los últimos 16 días y de otro caso de trombosis que también había recibido la vacuna en ese periodo con lo que España suma ya tres casos, el primero de los cuales se detectó el 15 de marzo. Cabe recordar que hay un millón de personas vacunadas con AstraZeneca en el Estado y que no hay pruebas de que estas dolencias tengan relación con la vacuna, tal y como sostienen la ONU y la Agencia Europea del Medicamento (EMA).

La UE amenaza con cortar el suministro de vacunas al Reino Unido. 10 millones de dosis europeas han cruzado el canal de la Mancha hacia las islas británicas mientras AstraZeneca sigue sin enviar al continente ni un solo vial desde sus fábricas en la isla. Advierte, además, de que retrasará las entregas a partir del 29 de marzo.