Aunque en un primer momento el Gobierno Vasco descartó la opción de habilitar grandes centros de vacunación masiva, el lento ritmo de administración de las inyecciones contra el covid-19 ha obligado al Ejecutivo de Urkullu a reajustar su plan de inoculación. Así, finalmente se ha optado por habilitar el recinto donostiarra de Illunbe a modo de prueba piloto para la vacunación de profesionales esenciales, un test que arrancará hoy y que si resulta satisfactorio, podría ampliarse a otros recintos del resto de territorios .

Por el momento, en el pabellón donostiarra todo está preparado para que decenas de profesores y responsables de comedores escolares desfilen hoy por sus instalaciones, donde serán inoculados con la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca, la solución británica no recomendada para mayores de 55 años. Es por este motivo por lo que las personas que hoy sean vacunadas serán menores de esta edad.

Según ha podido saber este periódico, las conversaciones entre el Departamento vasco de Salud y el Ayuntamiento de Donostia para habilitar Illunbe han sido "muy rápidas y sencillas" y aunque se barajaron distintas opciones tales como el frontón Atano III o el polideportivo municipal José Antonio Gasca, finalmente la opción elegida ha sido la de la plaza de toros.

Según explican a este periódico fuentes municipales, es un espacio bien conectado mediante transporte público. Además, la vacunación no interfiere en su actividad, ya que aunque el Acunsa GBC juega los fines de semana sus partidos de la ACB como local en este pabellón, entre semana no entrena en él, por lo que no causa perjuicios en este sentido.

Asimismo, al encontrarse ubicado en un área apartada de la ciudad y sin ninguna actividad socioeconómica alrededor, la vacunación no interfiere en la zona.

Además, se trata de un recinto que se adapta a la perfección a las características que requiere una vacunación masiva como la del covid-19, ya que su amplio parking permitiría que implementar el vacunauto (solución diseñada para que los pacientes sean inoculados sin bajarse de su vehículo) que la pasada semana se probó en el hospital Donostia. Y es que hay que tener en cuenta que una vez recibido el pinchazo, los pacientes necesitan esperar entre 15 y 20 minutos en el recinto para confirmar que la dosis no provoca una reacción adversa.

Por el momento, se desconoce cuánto durará la vacunación en este espacio, aunque el Ayuntamiento tiene la previsión de que haya que usar la instalación "durante muchos meses", pudiendo llegar incluso hasta final de año, si bien todo ello dependerá de los planes de Osakidetza.

Parece que la vacunación va tomando ritmo en Euskadi. Según informó ayer el Departamento vasco de Salud, el 96,3% de residentes y profesionales de centros socio-sanitarios vascos ha sido ya inoculado con las dos dosis de la vacuna, un porcentaje que se reduce al 28,4% en el caso de los profesionales de Osakidetza.

Euskadi ha recibido un total de 195.560 vacunas contra el coronavirus: 149.760 de Pfizer, 7.900 de Moderna y 37.900 de AstraZeneca.

De Pfizer se han reservado para la segunda dosis 22.236 vacunas, 2.950 de Moderna y 18.950 de AstraZeneca. De cara a su inoculación, en los últimos siete días, se han distribuido 16.830 dosis de Pfizer, 650 de Moderna y 10.000 de AstraZeneca.

Los profesionales de Osakidetza han administrado hasta el momento 129.340 vacunas, de las cuales 120.429 son de Pfizer, 4.770 de Moderna y 4.141 de AstraZeneca. En total, 47.238 personas están inmunizadas contra la pandemia tras haber recibido la segunda dosis de la vacuna.

Además de proseguir con la inoculación de profesionales considerados esenciales, ayer arrancó la vacunación entre los mayores de 90 años, que recibirán el antídoto de Pfizer.