El viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, ha desaconsejado relajar las restricciones en las residencias de mayores porque, aunque ha reconocido que los datos de estos centros "son muy buenos", la evolución de la pandemia fuera de ellos "no está como para tomar muchas medidas de desescalada".

Quintas ha hecho esta reflexión a preguntas de los periodistas en la rueda de prensa en la que ha analizado las últimas cifras de incidencia de la covid en Euskadi, que se sitúa en 282 casos en 14 días por cada 100.000 habitantes.

Las diputaciones forales, responsables de la gestión de los centros residenciales, han informado de que a día de hoy en las de Bizkaia y Gipuzkoa no hay ningún caso positivo de coronavirus y que en las alavesas 9 usuarios permanecen con la infección activa.

Con este escenario, el Comité de Bioética de Bizkaia ha pedido este jueves que se flexibilicen las restricciones en los centros (aumentar el número de visitas, las salidas y los grupos de convivencia).

El viceconsejero ha considerado que a pesar de que los datos de las residencias son "muy buenos" y de que la vacunación "ha hecho su efecto", su departamento cree que "no conviene todavía abrir excesivamente las puertas de las residencias".

"La propuesta de Salud es aguardar al menos a ver cómo evolucionan los datos generales en marzo porque, aunque sean muy buenos dentro de las residencias, fuera de estas no están como para tomar muchas medidas de desescalada", ha defendido.

La incidencia acumulada "sigue estando lejos del objetivo de bajar de 60 casos" por 100.000 habitantes en 14 días, ha dicho el viceconsejero, que ha agregado que el incremento de casos de la variante británica "no deja de ser una fuente de incertidumbre".

En este sentido, se ha remitido a la reunión que mantendrá el comité asesor del Plan de Protección Civil el próximo viernes, pero ha insistido en que "la situación epidemiológica no está a día de hoy como para aflojar ninguna medida".

Ha reconocido que la incidencia sigue en fase de descenso, pero la curva se está ralentizado, lo que obliga a estar vigilantes los próximos días de la evolución del número reproductivo básico, que indica a cuantas personas puede infectar un solo positivo, entre otras variantes.

"La evolución epidémica dice que no es momento para la relajación. La situación sigue siendo preocupante y de gran incertidumbre", ha concluido.