- Las UCI se asoman en Euskadi a un abismo peligroso. Con 151 pacientes muy graves, según el último recuento facilitado por Salud, Osakidetza ha superado el pico de personas en las Unidades de Críticos que se alcanzó el 13 de noviembre, en plena segunda ola de la pandemia, cuando había 146 ingresados por coronavirus, una patología con un perfil de enfermo grave que conlleva estancias prolongadas ya que suele requerir ventilación. Lejos, sin embargo, de la jornada más angustiosa que se vivió en las UCI vascas durante la primera ola. Fue el 2 de abril con 232 camas ocupadas.

Los médicos intensivistas llevan días intentando parar esta frenética escalada y su efecto multiplicador. Hace apenas tres semanas, el pasado 7 de enero, el número de enfermos críticos era de 71. Y hace solo siete días, los ingresados en estos servicios se elevaban a 109.

Con el agravante de que la tendencia se prevé "ascendente", según reconocía el viernes el propio viceconsejero de Salud, José Luis Quintas; "Creemos que seguirá creciendo al menos durante las dos próximas semanas", después de que en las últimas cinco jornadas el número de hospitalizados haya sido de 86, 89, 94, 86 y 88.

Con las UCI rompiendo también su techo, Osakidetza mantiene abiertas 333 camas en estas unidades, de las que más del 45% están ocupadas por enfermos covid. Un dato muy preocupante porque la explosión de ingresos pone en peligro no solo la capacidad para atenderles a ellos, sino la posibilidad de tratar enfermos con otras dolencias. Ya que la alta ocupación impide, por ejemplo, que se puedan hacer cirugías que requieren observación en la Unidad de Cuidados Intensivos.

El nuevo perfil de paciente covid parece que ha variado con respecto a los primeros meses de la pandemia. Si en la primera ola la media de edad de los ingresados en UCI se situaba entre los 65 y 70 años, en esta tercera ola ha bajado ligeramente. Los responsables vascos de Salud indicaron el viernes que parece que la edad media "ha bajado un poquito, así como la estancia media de hospitalización", aunque hay que esperar a terminar el análisis de los pacientes ingresados y hacer una evaluación más global.

Pero la de Euskadi no es una situación aislada. En el Estado español, el número de pacientes críticos encadena un mes al alza y han pasado de los 2.022 registrados el 28 de diciembre a los más de 4.720 que hay actualmente, según el último parte del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Además hay cinco comunidades saturadas con la ocupación por encima del 50%: Comunidad Valenciana (62,97%), La Rioja (55,17%), Castilla-La Mancha (54%), Extremadura (51%) y Madrid (50%). Además, la ciudad autónoma de Melilla también se suma a este ranking con el 58,88% de ocupación.

No obstante, el mejor abordaje y tratamiento de estos pacientes graves ha provocado que la situación no sea tan desesperada como en la primera ola y se produzcan menos fallecidos. Un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva (Semicyuc) concluye que del 1 de marzo al 31 de mayo fallecieron el 30,9% de los pacientes críticos cuando, antes de la pandemia, solo el 9,69% de los enfermos que entraban en UCI morían.

1.090 casos

Euskadi registró el viernes 1.090 nuevos casos de covid-19, lo que representa 174 menos que un día antes, aunque mantiene la tasa de positivos en relación a las pruebas efectuadas en el 7,3%, y continúa rebasando el millar de contagios cada día.

14.057 test

En las últimas 24 horas se realizaron 14.057 pruebas PCR y test de antígenos, frente a los 17.285 llevados a cabo en la jornada previa. Con estas analíticas, se pudieron detectar 608 casos positivos en Bizkaia (106 menos que en la jornada precedente), 301 en Gipuzkoa (56 menos) y 161 en Araba (diecisiete menos).

88 ingresos

Los hospitales vascos acusan la peor parte de la pandemia ya que registraron en la última jornada 88 nuevos ingresos, frente a los 86 del jueves, mientras que hay ingresadas en las UCI 151 personas, 11 más que un día antes.

Posiciones contrapuestas. El parlamentario del PNV, Luis Javier Tellería, señaló ayer que su grupo da por "zanjado" el asunto de las vacunaciones irregulares e indicó que la oposición "se podrá seguir desgañitando" e "intentando desprestigiar a Osakidetza, pero la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha actuado con contundencia". En Radio Euskadi, la parlamentaria socialista, Gloria Sánchez, defendió la actuación "sin medias tintas" del departamento de Salud. Por contra, los representantes de la oposición en la Cámara de Gasteiz volvieron a pedir la dimisión de Sagardui por el "descontrol" en el proceso de vacunaciones.