Iñigo Ortiz ha asegurado que este último cierre le obliga a mandar a todos sus empleados al ERTE. Además, ha lamentado que todavía no haya recibido las ayudas comprometidas por el Gobierno vasco.

"Estamos sin ilusión. Se nos está cayendo el mundo encima emocionalmente", ha asegurado Ortiz, quien también ha lamentado que la hostelería "haya estado en el punto de mira" desde el inicio de la pandemia.