El acondicionamiento hidráulico del puente de Altzarrate en Llodio, más conocido como puente Villosa, se licitará en febrero con un presupuesto de 1.828.210 euros y un plazo de ejecución de siete meses. Al menos así se lo trasladó ayer Antonio Aiz, director general de URA (la agencia vasca del agua, ente público del Gobierno Vasco), al alcalde, Ander Añibarro, en la reunión que mantuvieron de cara a sellar un compromiso mutuo para impulsar varias obras de defensa ante inundaciones, tanto en este punto como en el arroyo San Juan, previstas en el acuerdo marco entre ambas instituciones.

Por lo que respecta al puente de Altzarrate, la actuación consistirá en la sustitución de la actual infraestructura de hormigón armado sobre el río Nervión. Y es que, su actual sección (20 metros de luz) resulta insuficiente, ya que en episodios de aguas altas genera la sobre elevación de la lámina de agua inmediatamente aguas arriba y se ha constituido en uno de los puntos más sensibles a tener en cuenta en la gestión de las crecidas del Nervión en el municipio.

En consecuencia, se va a construir un puente de acero corten, sin apoyos en el cauce, de 25 metros de luz y una anchura del tablero de 18 metros, que acogerá tráfico peatonal, ciclista y de vehículos a motor. Asimismo, el nuevo puente permitirá reponer servicios y acondicionar usos nuevos, como la recogida neumática de residuos, que unirá la infraestructura existente en la margen izquierda con la margen derecha, poniendo en marcha el servicio.

Asimismo, el nuevo puente está diseñado para facilitar el fluir de caudales de importantes avenidas (periodo de retorno de 500 años, T500) y dotar de mayor seguridad a las personas y a la actividad del entorno. Al respecto, cabe mencionar que la cara inferior del tablero estará situado a una cota 119,95 metros y la cota de la lámina de agua de la avenida para la que se ha diseñado (T500) es de 119,30 metros.

El objetivo es evitar que los caudales más voluminosos puedan entrar en carga al paso por la nueva infraestructura y favorecer el tránsito de los flotantes voluminosos que pudiera acarrear la corriente.

Por otro lado, el director general de URA explicó que la redacción del proyecto de eliminación de cobertura y acondicionamiento del cauce en lo que se refiere al arroyo San Juan “concluirá en marzo”.

En este caso, las obras permitirán mejorar la función hidráulica, aumentando significativamente la capacidad de desagüe del arroyo, entre la Avenida Zumalakarregi y la calle Goikoplaza. Para ello, se pretende desarrollar una solución blanda, diseñando un cauce lo más natural posible, introduciendo vegetación ribereña en sus márgenes, inexistente prácticamente en la actualidad.

Además de la reducción de la inundabilidad del ámbito, se procederá a la recuperación paisajística y medioambiental del cauce y de las márgenes del río, fomentando la mejora de la calidad medioambiental del tramo del arroyo objeto de la actuación. El nuevo encauzamiento tendrá una adecuada integración urbana en su entorno.