- El Congreso ha convocado un pleno mañana jueves para debatir exclusivamente el proyecto de ley de eutanasia, una fórmula adoptada ante la negativa de Vox a incluir este asunto en la sesión plenaria que comenzó ayer.

Ha sido el secretario general del grupo socialista, Rafael Simancas, quien informó de esta decisión de la Junta de Portavoces en la conferencia de prensa que ofreció ayer al término de la misma.

Según explicó Simancas, el grupo socialista pidió incluir este asunto en el orden del día del pleno ya convocado, pero para modificarlo se requería unanimidad. Sólo Vox se negó y, en consecuencia, se decidió convocar una nueva sesión plenaria inmediatamente después de que el jueves acabe la ya fijada por la Cámara.

El portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, celebró que se vaya a celebrar el debate aunque advirtió de que habrá que escuchar “auténticas barbaridades” por parte de los portavoces de partidos como PP y Vox.

Echenique lamentó que esos partidos vayan a sugerir que con esta ley los sanitarios cometen delitos o acaben llamando “asesinos” a sus promotores. Y les advirtió de que una gran mayoría de los españoles quiere que se regule la eutanasia. Una mayoría en la que según recalcó citando encuestas, están buena parte los votantes de PP y Vox.

El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa, criticó poco antes la admisión de este proyecto legislativo en el debate de mañana. Criticó este “despliegue de la cultura de la muerte” en fechas navideñas y advirtió a los partidos defensores de esta norma que, mientras ellos estén “empeñados en la cultura de la muerte”, Vox seguirá “en la defensa de la vida”.

El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, explicó la posición favorable de su grupo a la nueva ley de eutanasia porque, según recalcó, aunque no sea una iniciativa suya, su partido siempre respalda aquellas propuestas “que son buenas para los españoles” y obedecen a una “política útil”.

Entiende que esta ley contiene “todas las garantías” gracias al trabajo parlamentario en torno al texto. También invocó razones de “humanidad” para apoyar una norma que garantiza el respeto a la “libertad y voluntad”.