El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Henri P. Kluge, se señalado que las primeras fases de vacunación contra el covid-19, dentro de "un contexto de suministro limitado", deben dar prioridad a "los trabajadores sanitarios y sociosanitarios, a los mayores de 60 años y a los residentes y el personal de las residencias".

"Dado que se prevé que la oferta sea muy limitada en la etapa inicial, todos los países deben decidir quién debe vacunarse primero para maximizar el impacto de las dosis limitadas en la reducción de la carga de la enfermedad en el contexto de cada país. En función de la disponibilidad de vacunas, la epidemiología de las enfermedades y el tamaño y la proporción de cada grupo prioritario, los países pueden decidir, durante la etapa inicial de la inmunización, dar prioridad a más de un grupo a la vez", ha explicado este jueves en rueda de prensa.

Kluge ha advertido de que el virus "todavía tiene el potencial de hacer un enorme daño", a menos que se haga "todo lo posible para detener su propagación". "Y parte de la solución será la vacunación. La promesa de las vacunas es fenomenal. Con más de 200 vacunas candidatas en desarrollo, el futuro parece más brillante", ha celebrado.

El máximo responsable de la OMS en Europa ha aplaudido los resultados provisionales de las vacunas candidatas que se han publicado en las últimas semanas, y ha argumentado que estas vacunas, "combinadas con otras medidas de salud pública", ponen "al alcance el fin de una fase aguda de la pandemia y la reconstrucción de las economías". "Pero esto solo es posible si nos aseguramos de que nadie se quede atrás y que todos los países y comunidades puedan cosechar los beneficios del acceso a esta tecnología que salva vidas", ha insistido.

Sin embargo, ha insistido en que la preparación para las vacunas es "la clave". "Para asegurarnos de que cosechamos toda la recompensa de esas vacunas necesitamos tener planes. Hacer un balance inmediato del estado de nuestra preparación, ahora, antes de la llegada de las vacunas, es absolutamente esencial", ha recordado a los países.

La primera vacuna antes del 1 de enero

La primera vacuna contra el coronavirus podría estar disponible para utilizarse en los países de la Unión Europea (UE) antes del próximo 1 de enero, si se cumplen los plazos mínimos y acelerados para la aprobación del prototipo que desarrollan la compañía estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech.

La Agencia Europea del Medicamento, que analiza los datos de los ensayos clínicos en tiempo real, ha recibido la solicitud de la farmacéutica para la "aprobación condicional de mercado" y espera tener lista la autorización el 29 de diciembre "como muy tarde".

Si la EMA concluye que el prototipo demuestra que "los riesgos son menores que las ventajas", daría su visto bueno para que se pudiera utilizar en situación de "emergencia sanitaria" como la actual pandemia y le correspondería a la Comisión Europea (CE) la última palabra.

El Ejecutivo comunitario tendría entonces que desarrollar información suplementaria como certificaciones, datos para profesionales de la salud, etiquetado o condiciones de uso y traducirla en todos los idiomas oficiales de la UE, además de consultar con los Estados miembros, que pueden opinar "a través de procedimiento escrito".

Todo ese proceso normalmente se demoraría durante 67 días, de los que 22 serían para consultar con los países de la UE y el resto para preparar los documentos necesarios. Pero "se puede reducir en circunstancias excepcionales" a solo tres días.

Esos plazos señalan al 1 de enero para que la Comisión, como institución responsable de la EMA y también de la compra conjunta de vacunas en la UE, diera su autorización. No obstante, si la EMA tuviera lista su evaluación antes del 29 de diciembre, la UE podría tener aprobada su primera vacuna contra el Sars-CoV-2 ya en 2020.

Una vez Bruselas apruebe una vacuna segura y eficaz, los Estados miembros suscritos al sistema conjunto de compra irán recibiendo las dosis simultáneamente de manera proporcional a su población.

A pesar de que una vacuna obtenga la "aprobación condicional de mercado", el laboratorio tendrá que seguir enviando información en unos plazos concretos a la EMA, que continuará incorporando los nuevos datos a sus análisis.