- Cuando todas las miradas estaban puestas en las residencias y en los colegios, varios brotes en los hospitales de Basurto, Gorliz y Donostia han puesto en evidencia la importancia de no bajar la guardia nunca y por nadie. Ni siquiera los profesionales sanitarios están a salvo del virus y, según los últimos datos, alrededor de dos centenares de sanitarios estarían afectados por el SARS-CoV-2. Una situación que, de momento, no se habría traducido en problemas organizativos de gravedad -gracias en muchos casos a las horas extras de otros compañeros- pero que de no revertirse pondría en jaque a un servicio esencial en la lucha contra la covid-19.

Cierto es, como decía ayer Ignacio Garitano, que los hospitales son unos "vasos comunicantes" y un reflejo a escala de cualquier otro espacio y que cualquier comportamiento irregular puede derivar en una situación indeseada. Por eso mismo, el Coordinador del Programa de Vigilancia y Control del Departamento de Salud apeló a todo el personal que trabaja en hospitales a que "tengan cuidado durante los tiempos de descanso" y a cumplan "estrictamente" con las medidas básicas de protección e higiene. Una petición que trasladó a las visitas y a los pacientes. Y es que, como apostilló Garitano, "no somos impermeables, somos parte de la sociedad" por lo que es lógico que haya profesionales afectados en todas las comarcas sanitarias.

"No es una situación excepcional tener personal aislado o contagiado", resumía. No obstante, quiso puntualizar que en el caso del Hospital Donostia se han identificado varios brotes a lo largo de las últimas semanas en los que podrían estar infectados hasta 135 profesionales de una OSI que cuenta con cerca de 7.000 trabajadores. Respecto a los otros hospitales con focos detectados y controlados, precisó que en el de Gorliz -donde habría unos 40 trabajadores y 30 pacientes infectados-, ayer falleció uno de los enfermos que había dado positivo a causa de patologías previas. En el de Basurto, detectado en la Unidad de Diálisis, habrían sido diagnosticados una docena de positivos entre sus profesionales. Garitano subrayó que ya se ha recuperado la actividad habitual con todas las garantías para proteger al personal y a los pacientes.

El responsable de Vigilancia y Control reconoció que el hecho de tener a un determinado número de profesionales sanitarios aislados o "fuera de combate" por el virus puede producir ciertas "tensiones" en el sistema, aunque según dijo no le consta que se hayan producido "desajustes" de personal por este motivo, quizás porque muchos profesionales han doblado turnos o metido unas horas extras, como también están haciendo en los equipos de rastreadores. Así lo dijo Garitano, quien también destacó que la situación actual "es bastante diferente" a la que se vivió en la primavera pasada -con el hospital de referencia de Araba colapsado- ya que entonces la "magnitud de la enfermedad fue minusvalorada por la comunidad internacional" y los profesionales sanitarios tuvieron dificultades para protegerse del virus al principio.

Todo esto ocurría el mismo día en que se confirmaba la existencia de "dos o tres" casos de reinfecciones en personas con una PCR positiva "con muchos meses de diferencia". El virus -y el relajamiento en la adopción de medidas de protección- sigue muy presente entre la ciudadanía vasca. Tanto, que a fecha de ayer había en Euskadi 14.029 personas con la infección de coronavirus en fase activa y el número de personas en aislamiento preventivo cuadruplicaría esa cifra.

Y es que, como describió Garitano, el número de contagios sigue creciendo aunque lo hace a un ritmo más lento que en semanas anteriores. Este hecho podría significar que en breve se alcanzaría una fase de estabilización. No obstante, será necesario aguardar a los datos de los próximos días para confirmar esta intuición. Solo entonces, si se constata la mejoría en la evolución de la pandemia, podrían ser revisadas algunas de las restricciones impuestas para contener la transmisión del virus.

En contra, que la situación sigue siendo "complicada" y que el aumento del número de contagios sigue teniendo reflejo en la situación de los hospitales, en cuyas UCIs había este miércoles 132 personas ingresadas por causa del coronavirus, una menos que el martes. En la actualidad hay 298 camas de críticos, de las que el 44% están ocupadas por pacientes con coronavirus, ilustró Garitano.

Vulnerabilidad social. El Ayuntamiento de Vitoria repartirá entre familias en situación de vulnerabilidad social más de 62.000 mascarillas en los próximos meses, que se distribuirán a través de 44 entidades de la ciudad. La distribución se hará mensualmente, en noviembre, diciembre y enero, en tandas de 21.000 mascarillas cada mes. Esta iniciativa, que se enmarca dentro del Plan de Contingencia Municipal frente a la covid-19, repartirá las mascarillas que la Subdelegación del Gobierno en Álava entregó recientemente a Vitoria. Esa entrega de material de protección se realizó a iniciativa de la Federación Española de Municipios y Provincias, el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Política Territorial y Función Pública.

1.409

La pandemia mantiene en Euskadi un ritmo alto aunque estable de contagios (1.409 en las últimas horas), pero la presión asistencial en los hospitales se ha visto ligeramente aliviada, ya que por segundo día consecutivo se reducen las personas ingresadas. Este pasado miércoles había hospitalizados 628 pacientes (496 en planta y 132 en ucis), frente a los 639 del pasado martes (506 en planta y 133 en ucis). Además, en las últimas horas se registraron 73 nuevos ingresos cuando el martes llegaron a los 90.