- Más de 4,2 millones de personas no tienen a día de hoy ninguna nacionalidad, según una estimación conservadora que pone cifras a una realidad, la de la apatridia, que va asociada a una situación “de extrema vulnerabilidad” agudizada ahora por la pandemia de covid-19.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, ha advertido de la situación de estas personas con motivo del sexto aniversario de la campaña I Belong (Yo Pertenezco), con la que la agencia aspira a poner fin a la apatridia en el año 2024.

“La pandemia de covid-19 ha mostrado más que nunca la necesidad de inclusión y la urgencia de resolver la apatridia. Una pandemia no discrimina entre ciudadanos y no ciudadanos”, apuntó Grandi, al recordar que la marginación de estas personas no les conviene ni a ellas ni a la sociedad en su conjunto.

Carecer de nacionalidad implica en muchos casos no disponer de servicios esenciales y vivir en condiciones sanitarias inadecuadas, expuestos por tanto a un mayor riesgo de contraer enfermedades.

ACNUR tiene registrados a apátridas en 76 países y, aunque se han realizado avances significativos en los últimos años, queda camino por recorrer. El máximo responsable de la organización incidió en que “la apatridia es un problema fácilmente resoluble y prevenible”, basta con “voluntad política”.

“Las consecuencias de la inacción, especialmente en medio de una pandemia, pueden poner en peligro la vida de las personas”, alertó Grandi.