- Esperar a que las restricciones den resultado, e intentar mantener la ocupación de los hospitales a raya. Las autoridades vascas estudian adoptar soluciones intermedias para frenar el virus, sin recurrir a la cuarentena severa de los ciudadanos en sus casas, aplicando un confinamiento más light. El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, consideró ayer la posibilidad de implementar más restricciones sin tener que llegar a la cuarentena domiciliaria ya que la población "no puede estar encerrada en casa cada tres meses". Zupiria argumentó que "todavía se pueden adoptar muchas medidas antes de llegar al confinamiento general". El portavoz indicó que se pueden producir nuevas olas en primavera y verano si antes no se logra una vacuna y que, ante esta posibilidad, hay que buscar respuestas al "enorme reto que supone convivir a largo plazo con la enfermedad sin parar la economía, la educación presencial, el ejercicio al aire libre y la actividad social".

Fórmulas que podrían pasar por las ya adoptadas en comunidades como Castilla y León que han decretado el cierre de la hostelería, grandes superficies e instalaciones deportivas, y avanzan confinamientos selectivos si fuera necesario. Asturias ha decidido, por ejemplo, bajar la persiana de toda actividad no esencial. Y otras, pretenden modular el modelo portugués, basado en un "deber cívico" de permanencia domiciliaria, por el que solo se debe salir del hogar para actividades esenciales como trabajar, estudiar, hacer compras o ayudar a personas dependientes.

Zupiria subrayó que en primavera lo que se decretó fue un confinamiento general, "el más duro en Europa", en el que se suspendió el trabajo y la educación presencial. "Todos conocemos sus consecuencias y el Gobierno Vasco está empeñado en evitar volver a esa situación. Todas las decisiones tienen ese objetivo", reiteró. "Hay que encontrar la fórmula entre ciudadanos y administraciones. No podemos estar encerrados en casa cada tres meses hasta que la ciencia consiga dominar esta enfermedad", defendió el portavoz, quien agregó que no se puede creer que "esta crisis la vamos a resolver en un mes, aunque nos lo pasemos en casa".

Hay que recordar que el lehendakari, Iñigo Urkullu, encabezó las peticiones de las comunidades para que se aplicase el segundo estado de alarma en el Estado y se adoptaran restricciones más rigurosas para contener el covid. Sin embargo, todo indica que ahora no sumará fuerzas con otras autonomías que abogan decididamente por un confinamiento general como Asturias.

De hecho, esta tarde se reúne el Consejo Interterritorial de Salud en el que se sientan Ejecutivo estatal y consejeros, pero no parece que Euskadi vaya a utilizar ese foro para exigir modificar el estado de alarma que permita mandar a casa de manera generalizada a los vascos.

Zupiria explicó que es muy complicado hacer previsiones de evolución de la enfermedad y de medidas acordes a más de cinco días vista, por eso recalcó que los responsables sanitarios vascos "analizan los datos día a día, pueblo a pueblo" y siempre "sin descartar ningún escenario". Para ello, anunció que mañana jueves se reunirá el consejo asesor del LABI, presidido por el lehendakari, que analizará la situación un día después de que las comunidades autónomas expongan sus respectivos escenarios sobre el coronavirus en el Consejo Interterritorial.

Esta mesa de emergencia sanitaria analizará si se adoptan más restricciones, siempre bajo el paraguas del actual estado de alarma, que no contempla el confinamiento domiciliario. En este sentido, Nafarroa -que sigue sin parar la mala racha de contagios- ha decidido prorrogar el toque de queda, el cierre perimetral, las limitaciones de reuniones y el cierre de la hostelería otros quince días más para acotar la expansión de la pandemia.

El pasado lunes, Iñigo Urkullu dejó todas las puertas abiertas para implantar nuevas estrategias de contención. Entre ellas, adelantar el horario de toque de queda (de las 23.00 a las 22.00 o 21.00), decretar que solo se salga de casa para actividades laborales y educativas (como han hecho París o Londres) o incluso el confinamiento domiciliario, aunque ayer se hizo hincapié en que esta será siempre la última opción. Cabe recordar que en abril Urkullu ya se opuso al parón de la actividad industrial, que acabó imponiendo el Gobierno Sánchez.

Dar una vuelta más de tuerca a las limitaciones existentes es obligado porque Euskadi ha alcanzado el escenario "más grave" contemplado en el plan Biziberri, con una tasa de incidencia de la pandemia superior a los 500 casos por cada 100.000 personas, y con indicadores por las nubes como el nivel de transmisión, o la ocupación de las UCI, que sobrepasa el 35%. Para Zupiria, "este un reto que no se podrá superar solo con restricciones normativas y con prohibiciones", por lo que volvió a apelar al cumplimiento de las medidas preventivas y a limitar la actividad social al máximo.

Contenedores

Cuatro contenedores ardieron la madrugada del martes en la capital vizcaina, concretamente en Santutxu. El fuego se inició hacia las 03.30 horas en dicho barrio, y resultaron afectados por el incendio dos coches que estaban aparcados en las inmediaciones.

Arrasate

También fueron incendiados tres contenedores en Arrasate. En el municipio guipuzcoano, el suceso tuvo lugar sobre las 20.30 horas del lunes, cuando un vecino avisó a la Ertzaintza de que estaban ardiendo contenedores en la calle Bidekurtzeta. Al lugar acudieron dotaciones de la Policía autonómica vasca y bomberos, que lograron, una media hora después, sofocar las llamas, que no ocasionaron daños en vehículos o edificios aledaños.