- No están siendo días fáciles para Euskadi. El número de positivos sigue creciendo y todavía es pronto para valorar si las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno Vasco esta semana son efectivas o no. A la par que los controles de movilidad se agudizaban ayer, el lehendakari, Iñigo Urkullu, señalaba en el pleno de control que estudiaban "una mayor limitación de la actividad nocturna, reducir la actividad física o deportiva, establecer la educación no presencial en los cursos superiores y decretar confinamientos más severos". Medidas todas ellas enfocadas a evitar "la última alternativa": cerrar todo y confinar a la población.

La complicada situación sanitaria en la que se encuentra Euskadi marcó el pleno de control celebrado ayer en el Parlamento Vasco. En respuesta a una pregunta de Elkarrekin Podemos-IU sobre si las medidas adoptadas por el Ejecutivo vasco esta semana son suficientes o no, el lehendakari avanzó que el Gobierno Vasco está analizando nuevas restricciones que irían dirigidas a la actividad nocturna, el deporte y la educación. Incluso habló de decretar confinamientos más severos, algo que no desea: "Tratamos de evitar esta última decisión que resultó tan dura".

La posibilidad de un nuevo confinamiento general planeó sobre el ambiente durante la sesión de ayer, una medida que confían no se tenga que dar. "Nadie tiene la fórmula, ni en Alemania, ni en Francia ni en Euskadi. Sabemos que la última alternativa es cerrar todo y confinar a toda la población. Sería lo más simple. Debemos tratar de evitarlo", recalcó Urkullu.

Para no llegar a este punto, el lehendakari repasó las decisiones que entraron en vigor el martes para atajar la pandemia -la limitación de la actividad y la movilidad entre las 23.00 y las 6.00 horas y el cierre perimetral y por municipios- y recordó que "la mejor medida comienza por uno mismo, por la responsabilidad y el compromiso individual y colectivo": "Ante la falta de evidencias científicas claras, la falta de certezas sobre la vacuna, la incertidumbre sobre la duración de la pandemia, nos corresponde buscar un equilibrio que garantice la salud, normalice al máximo la vida ciudadana y mantenga la actividad económica".

Las nuevas medidas y la colaboración ciudadana son elementos muy necesarios para doblegar la curva de contagios en las dos siguientes semanas.

Entretanto, la escalada del coronavirus en Euskadi no para a pesar de las cada vez mayores medidas restrictivas. Ayer, la comunidad autónoma volvió a batir todas sus marcas negativas, con 1.325 infectados detectados el día anterior, una tasa de positividad que ha vuelto al 8,2%, más presión en los hospitales y sumando a Bizkaia como territorio en zona roja al superar los 500 contagios acumulados en catorce días por 100.000 habitantes, en concreto 523,34.

Los datos aportados por el Departamento de Salud fueron demoledores. Por eso ayer mismo la Ertzaintza se desplegó por la muga de Euskadi para controlar este fin de semana a los desaprensivos que quieren abandonar el territorio sin justificación y Osakidetza siguió con los llamamientos a cribados masivos en las poblaciones de más riesgo. Ayer citó a todos a los vecinos de Santurtzi de entre 13 y 40 años adscritos al centro de salud de Kabiezes y a los de Bergara para que acudan a realizarse PCR.

Al municipio vizcaíno se le encendió la luz roja del semáforo anticovid esta semana, una lista a la que ayer se sumó Bilbao -Gasteiz es la única capital aún fuera de la alerta roja- y Trapagaran y de la que salió Berango. De este modo, los puntos carmesí en el mapa vasco quedaron en 15 en Bizkaia, el doble en Gipuzkoa y solo Agurain en Araba, aunque Laudio se acerca peligrosamente a la categoría más elevada.

Euskadi eleva su encarnadura en la incidencia acumulada en 14 días por cada 100.000 habitantes hasta los 629,75 contagios. Otro dato negativo es que la razón de tasas de incidencia (que compara la acumulada en 14 días actual con la de hace una semana) es superior a 1 (en concreto, 1,39), lo que indica que la incidencia de la pandemia sigue creciendo.

Tras el respiro del jueves, el récord de infectados de ayer implicó que la tasa de positividad se haya incrementando casi un punto, del 7,5% al 8,2%, ya que las 1.325 personas con covid fueron detectadas tras efectuar 16.237 pruebas PCR y de antígenos. Una cifra inferior a los 17.159 test diagnósticos realizados el día anterior en los que se contabilizó 1.226 enfermos. Tampoco los registros en los hospitales son buenos y aunque los índices aumentan a cuentagotas, siguen creciendo. El jueves ingresaron 63 personas en planta, seis más que el día anterior, y supone que el total ascienda ya a 395, nueve más que en la jornada precedente. Por lo que respecta a las UCI, donde se atiende a los pacientes más graves, tienen registrados 37 personas con virus, cinco más que el miércoles.

Unos datos que marcan un escenario a punto del confinamiento total que registramos en primavera y al que nadie quiere llegar. Por eso ayer la Ertzaintza y las Policías Locales iniciaron su campaña de controles que se prolongará hasta el domingo por la tarde para evitar saltarse el cordón de seguridad que se ha diseñado en perímetro de Euskadi. En la frontera con Cantabria, en El Haya, y en Salinillas de Burandón, linde con La Rioja, los agentes empezaron la petición de información a los conductores, una labor que estará presente en otras carreteras y autovías que desde la Ertzaintza no quisieron desvelar ayer.

Momento delicado. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, negó ayer en el Parlamento Vasco que la atención primaria esté "colapsada" y emplazó a no crear una "falsa alarma" en la sociedad en un momento "tan delicado" como el actual ante la crisis sanitaria del coronavirus. Las acusaciones llegaron por parte de los grupos de EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP en el primer día de jornada de huelga convocada en Araba entre los sanitarios. Sagardui reconoció que esta segunda ola está volviendo a provocar "tensiones" en la atención primaria y hospitalaria pero aseguró que la experiencia adquirida, la disposición de más medios materiales y de más profesionales van a ayudar a hacer frente con más garantías a la misma. Asimismo. mostró su apoyo a los profesionales sanitarios vascos.