l coronavirus se difunde por toda Europa y alcanza cifras de contagios récord en el este, en especial Rusia y República Checa, pero también en Alemania, mientras Francia aplica desde la pasada medianoche el toque de queda en París y otras ciudades.

Ello en una jornada en la que el director ejecutivo de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, en inglés), el italiano Guido Rasi, aseguró que las primeras vacunas del coronavirus llegarán en la primavera del año que viene, "si todo va bien". "Es muy difícil, casi imposible, tener la vacuna para el 2020. Si todo va bien, en los primeros meses de 2021 podría haber tres vacunas aprobadas por la EMA", explicó Rasi, para quien "la disponibilidad de dosis aumentará muy rápidamente después de la aprobación", aunque precisó que "la llegada de la vacuna será el comienzo del fin de la pandemia, pero no el fin".

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, tampoco transmitió un mensaje muy positivo al advertir de que el número de casos notificados en Europa de covid-19 en la semana pasada fue "casi tres veces mayor que durante el primer pico de marzo". "Aunque el número de muertes notificadas en Europa la semana pasada es muy inferior al de marzo, las hospitalizaciones están aumentando y muchas ciudades alcanzarán su capacidad de camas de cuidados intensivos en las próximas semanas", advirtió.

Este inquietante mensaje llega en un momento en que el virus avanza por Europa imparable.

Rusia registró en la últimas 24 horas con un total de 15.150 nuevos casos de covid-19 un nuevo récord de contagios diarios desde el comienzo de la epidemia. Se trata de la cifra más alta de contagios de toda la pandemia. En la última jornada hubo 232 decesos por covid-19, con que lo asciende a 23.723 el total de las víctimas mortales causadas por esta enfermedad. El principal foco de infección del país desde el estallido de la epidemia es Moscú.

Alemania contabilizó ayer 7.334 nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 otras, lo que representa un nuevo máximo desde el comienzo de la pandemia. Con ello, el número de contagios registrados desde el comienzo de la pandemia alcanza los 348.557 y el de decesos se sitúa en 9.734.

El ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, justificó ayer el toque de queda que entró en vigor la pasada medianoche en nueve áreas urbanas de Francia porque la alternativa de tener que aplicar un confinamiento general en dichas zonas tendría un costo económico de 5.000 millones de euros.

Las medidas compensatorias para las empresas previstas por el Gobierno para hacer frente a este toque de queda que afectará a cerca de 20 millones de habitantes de la región de París y de otras ocho áreas urbanas con una muy alta incidencia de la epidemia supondrán un gasto presupuestario de 1.000 millones de euros.

Este jueves se registró una cifra récord de 30.621 nuevos casos en 24 horas, que superaba ampliamente otros récords que se habían alcanzado la semana pasada.

Ucrania, por su parte, registró ayer casi 6.000 nuevos casos de covid-19, un nuevo récord diario. En total se detectaron 5.992 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, lo que refleja la tendencia al alza de la covid-19 en Ucrania. El día anterior se informó de 5.062.

La República Checa registraba ayer un nuevo récord de contagios de covid-19 con 9.721 nuevos casos en las últimas 24 horas, informó ayer el Gobierno, que ha planteado incluso la posibilidad de pedir ayuda a Alemania si sus hospitales se saturan de pacientes. Con 660 casos cada 100.000 habitantes en las dos últimas semanas, la República Checa tiene las cifras más altas de contagio en la Unión Europea y está desde el pasado día 5 bajo el estado de emergencia.

Hungría notificó ayer el registro en un día 33 muertes por coronavirus, lo que supone un nuevo récord de fallecimientos en el país centroeuropeo desde el estallido de la pandemia y eleva el número total de fallecidos a 1.085. Hungría cerró el 1 de septiembre sus fronteras para detener la propagación de la pandemia.

Con una media superior a los dos mil contagios diarios, Portugal intenta controlar la presión hospitalaria, que en las últimas horas fue de 993 ingresados, más otros 139 en unidades de cuidados intensivos (UCI). Desde el jueves Portugal está en estado de calamidad, por lo que las medidas restrictivas para suavizar la curva de contagios se han endurecido.

En Italia, la región de Campania, al sur del país, decidió cerrar todos los colegios hasta el 30 de octubre como medida para frenar el aumento de los contagios de covid-19, que se han disparado en las últimas semanas y están provocando problemas sanitarios, enfrentándose así a las directrices del Gobierno.

Varias autoridades locales del norte de Inglaterra están en contra del nuevo sistema de restricciones que ha ideado el Gobierno -de tres escalas de riesgo-, y exigen un mayor apoyo económico para los trabajadores afectados por los confinamientos. Liverpool está ya en el máximo nivel de restricciones -el 3- , con el cierre de bares y pubs que no vendan comida, pero otras grandes ciudades podrían entrar pronto en esa escala.

En el último día se registraron en el Reino Unido 18.980 nuevos contagios y 138 fallecidos en un periodo de 28 días tras dar positivo en un test de la covid-19.

Desafío sanitario. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó ayer que esta segunda ola de covid-19 va a coincidir con la epidemia anual de gripe, con los riesgos que ello conlleva. Cada año se producen hasta 3,5 millones de casos graves de gripe estacional en todo el mundo y hasta 650.000 muertes relacionadas con enfermedades respiratorias. "La cocirculación de la gripe y de covid-19 puede presentar desafíos para los sistemas de salud y las instalaciones sanitarias, ya que ambas enfermedades se presentan con muchos síntomas similares", insistió. Entre todas las medidas preventivas, resaltó la importancia de las vacunas. En concreto, la OMS recomienda la vacunación contra la gripe para embarazadas, personas con problemas de salud subyacentes, adultos mayores, profesionales sanitarios y niños. Por otra parte, Tedros comentó los resultados del ensayo Solidaridad, que muestran que el remdesivir y el interferón tienen "poco o ningún efecto" en la prevención de la muerte por covid-19.