unque la polémica de las mascarillas de tela arrecie y algunos aseguren que son tan útiles como un condón de ganchillo, la experiencia en zonas del hemisferio sur demuestran que la gripe ha sido más inocua que nunca como consecuencia del uso de este protector facial. De los buenos, claro está. Países como Chile, Sudáfrica y Australia, que transitan la peor parte de la temporada de gripe durante el invierno austral, es decir de mayo a octubre, han sufrido la epidemia más leve que recuerdan. Un ejemplo; alrededor de 86.000 australianos dan positivo en la prueba de la gripe en promedio entre mayo y mediados de agosto de cada año, con alrededor de 130 muertos. Pues bien, en el mismo periodo de este año han registrado 627 casos de gripe y una sola muerte.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha constatado una reducción en los casos totales de gripe. Expertos en salud, incluido el famoso Anthony Fauci, avalan que las medidas de distanciamiento social e higiene personal tomadas para evitar la propagación del coronavirus han combatido los brotes en el hemisferio sur. "La disminución global en la circulación del virus de la influenza parece real y concurrente con la pandemia del coronavirus. Y en esto han tenido que ver las medidas de prevención para evitar que se extienda el SARS-Cov-2", explica.

La mascarilla también se convirtió en un accesorio esencial en la gripe española de 1918. Entonces, medio mundo debió acostumbrarse a cubrir el rostro con mascarillas, la mayori?a fabricadas con gasas. A mediados de octubre de 1918, en medio de una terrible epidemia con brotes de rápido crecimiento en todo el país, el servicio de Salud Pública de Estados Unidos distribuyó folletos instando a que todos los ciudadanos las usaran, bajo amenaza de cárcel.

Pero eso no significa que nos espere un otoño-invierno tranquilo. En los próximos meses coexistirán el SARS-Cov-2 y el virus de la influenza, lo que ha encendido los niveles de alerta ya que puede poner patas arriba a todo el sistema sanitario. Por eso, las autoridades sanitarias llaman a una vacunación masiva contra la gripe que permita disponer del mayor número de recursos posibles para atender a pacientes con covid. Coincidiendo con el inicio de la campaña de vacunación, -adelantada por la pandemia-, la doctora Isabel Jimeno, responsable de Vacunas de la Sociedad de Médicos Generales y de Familia (SEMG), incide en su importancia, especialmente en personas mayores de 65 años, donde las enfermedades crónicas están presentes en casi el 78%. "La vacunación del adulto siempre ha sido importante, pero ahora lo es incluso más ya que en los meses más duros de la pandemia se observó un aumento de las cifras, tanto de pacientes hospitalizados, como los que precisaron UCI o los que fallecieron", señala. No en vano, las enfermedades infecciosas continúan siendo una de las principales causas de muerte.

Los especialistas se muestran muy preocupados y microbiólogos clínicos ya denuncian que en los próximos meses van a vivir una "presión enorme" por la concordancia temporal del coronavirus con epidemias estacionales de virus respiratorios, esencialmente gripe y virus respiratorio sincitial. "La necesidad de descartar el covid será muy intensa, lo que podría condicionar la capacidad de respuesta de los laboratorios ante una potencial avalancha de trabajo", afirma Juan Carlos Galán, jefe de la Sección de Virología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Por su parte, la jefa de Microbiología del Hospital de Valencia, Concepción Gimeno, se queja de que en muchos laboratorios "tan sólo importe el coronavirus" y otros diagnósticos hayan quedado prácticamente anulados. A su juicio, el SARS-Cov-2 ha traído un repunte de las infecciones por microorganismos multirresistentes. "Vienen tiempos difíciles con el previsible aumento de cuadros de infecciones respiratorias. Habrá que optar por protocolos de diagnóstico diferencial y PCR ya que la presión sobre los microbiólogos va a ser enorme", apostilla.

"Vienen tiempos difíciles con el previsible aumento de cuadros respiratorios"

Microbióloga