- Diálogo, trabajo en equipo, atención a las demandas de los agentes educativos y medios humanos y materiales para minimizar los efectos de la pandemia son las principales bazas del nuevo consejero de Educación ante un curso que se presentaba difícil, que arrancó con una convocatoria de huelga y que aún desafía los peores augurios. Frente a eso, Jokin Bildarratz apuesta fuerte por la educación presencial, por la colaboración de su Departamento con trabajadores, padres, alumnos, organizaciones y sindicatos, y por dejar fuera de las aulas y del ámbito educativo la tensión y el conflicto.

¿Sintió vértigo al asumir el cargo de consejero de Educación cuando se intuía que este iba a ser el curso más difícil en mucho tiempo?

-Sentí una mezcla de responsabilidad, satisfacción y, en algún momento, de estar abrumado. Satisfacción por el hecho de que el lehendakari, que tiene unos valores con los que me identifico plenamente, confiara en mí para llevar un departamento tan sensible. Y responsabilidad porque Educación es un área muy importante que en gran manera determina el futuro de los jóvenes y, por tanto, de la sociedad. Pero, poco a poco y con la ayuda que estoy teniendo de muchas personas y colectivos, estoy seguro de que lo sacaré adelante.

¿Qué balance hace del comienzo del curso?

-Es un balance positivo, aunque hay que seguir trabajando para mantener los bajos niveles de contagios y confinamientos o mejorarlos. Sé que todos vamos a poner lo mejor de nosotros mismos para que sea así y cuando digo todos me refiero a las administraciones públicas con sus recursos, a los trabajadores con los suyos, a los directores de centros, a todos los miembros de la comunidad escolar... No me cabe ninguna duda, porque ya lo estoy percibiendo, que va a ser así.

Antes de empezar el curso se oía mucho que en un par de semanas se volverían a cerrar los centros, pero eso no ha pasado.

-Había una gran preocupación por parte de todos los sectores y miembros de la comunidad escolar. Y ahora, aunque creemos que una sola aula cerrada ya es demasiado, estamos viendo que la incidencia de la pandemia no es tan fuerte como se preveía. En estos momentos tenemos 99 aulas cerradas, en 67 centros educativos, que suponen un 0,56% del total de aulas. Las cifras van decreciendo día a día gracias al gran trabajo realizado desde las direcciones de los centros y por todo el personal, docente y no docente. También por el comportamiento del alumnado, de los padres y madres y de las administraciones. Ahora tenemos que mantener esta tensión en las medidas de prevención para cumplir el objetivo prioritario, que es finalizar el curso con este modelo de educación presencial.

En el frente sindical, sin embargo, no parece que las cosas estén funcionando tan bien.

-Desde que conformamos el nuevo equipo dejamos bien claro que para nosotros el diálogo es básico, porque tiene que haber diálogo para diseñar una negociación y alcanzar acuerdos. El pasado miércoles nos reunimos con los sindicatos y aunque ellos no hayan querido dar un mensaje positivo, yo lo voy a dar y es que hubo un acuerdo: en dos semanas se convocarán las cuatro mesas sectoriales negociadoras, la de personal funcionario docente, la de personal laboral docente, la de comedores y limpieza y la de personal de religión.

El jueves usted reprochó a los sindicatos que transmitieran un mensaje negativo de esa reunión.

-Creo que es bueno trasladar un mensaje positivo a la sociedad y si el miércoles conseguimos un acuerdo como la convocatoria de las mesas y el establecimiento de una metodología de trabajo para negociar y acordar, opino que se debe trasladarlo a la sociedad. Porque en la sociedad ya hay mucha preocupación. Preocupación por los ERTE, por el desempleo, por los puestos de trabajo que se están perdiendo, por las empresas que se están cerrando… no es bueno que traslademos más preocupación ni a los más jóvenes ni al ámbito de la educación. A nosotros nos corresponde sacar la educación del debate, rebajar la tensión para dotar de estabilidad y de certidumbre, dentro de lo que cabe, la educación presencial que todos ambicionamos. Poner encima de la mesa problemas que no existen no es bueno.

Al no reconocimiento del acuerdo alcanzado el miércoles se sumó la convocatoria de tres días de huelga en los comedores escolares.

-Al diálogo entre Departamento y sindicatos no ayuda en nada que el miércoles, un poco antes de sentarse a la mesa negociadora, nos llegara a través de la prensa una convocatoria de huelga en los comedores. Y no solo eso, sino que en esa reunión, donde nadie planteó el conflicto de los comedores, también acordamos abrir la mesa sectorial de comedores y limpieza.

Entonces, ¿no cree que haya motivos para esa huelga?

-No, no veo motivos para la huelga de los comedores, sabiendo, además, las consecuencias que tiene, sobre todo para los más débiles. Porque precisamente los comedores son un espacio de equidad, ya que muchas veces hay que dar de comer a alumnos con problemas para poder hacerlo de manera normalizada en sus casas, por diferentes motivos. La escuela es un espacio de conciliación, de equilibrio, es un espacio de certidumbre, y para los padres es un espacio de seguridad. Se quiere romper todo eso por una cuestión en la que no vemos problema, porque no es que se mantengan los puestos de trabajo, como exigen los sindicatos, sino que los hemos incrementado con la contratación de 730 personas, y también se están manteniendo las condiciones laborales. No terminamos de entender dónde está el problema.

Se está haciendo un gran esfuerzo en medios personales y materiales, ¿lo puede cuantificar?

-Si tenemos en cuenta que en la escuela pública vasca hay más de 24.000 docentes y que durante el mes de septiembre, en tres semanas, hemos hecho más de 3.000 sustituciones, que suponen un aumento del 38% sobre septiembre del año pasado y 1.040 profesionales más, estamos hablando de unas cifras verdaderamente importantes. A eso se suma que, en base a las propuestas que nos hacen llegar los directores de los centros, la semana que viene haremos las contrataciones que nos han demandado, que son 670 docentes más. Además tenemos otras 300 personas, que ya están trabajando, que sustituyen al personal docente que sin estar de baja no acude a los centros porque teletrabaja, y nosotros les sustituimos para se sigan atendiendo las aulas. Además, para los comedores y el mantenimiento de los mismos hemos previsto 730 contrataciones.

¿Qué lectura extrajo de las reuniones que mantuvo con más de 450 directores y directoras de centros?

-Fueron unas reuniones muy fructíferas, aunque no de guante blanco, ya que hubo críticas al Departamento y a la relación con los centros. En ese sentido yo recojo el guante y hemos adquirido una serie de compromisos para mejorar el funcionamiento en equipo. Los compromisos principalmente se sintetizan en alcanzar una comunicación fructífera, transparente y eficaz entre el Departamento y los centros escolares. Todos sabemos que los recursos son limitados, pero a nosotros, Administración y centros, nos corresponde administrarlos de la manera más eficaz posible.

Creo que también han aumentado la dotación para becas.

-El jueves se publicó la convocatoria y sí, hemos aumentado la partida en 5 millones de euros respecto al año pasado. Para obtener una beca se tiene en cuenta la declaración de renta del año pasado, pero también somos conscientes de que hay mucha gente a la que le ha podido cambiar la situación económica, de manera que quienes hayan visto decrecidos sus ingresos en un 5% también entran en los supuestos. Quiero insistir en que si los 60 millones se acaban se habilitarán más fondos para las familias que, cumpliendo los requisitos, tengan derecho a percibir estas ayudas.

“No es bueno que traslademos más preocupación a los más jóvenes ni al ámbito de la educación”

“Sabemos que los recursos son limitados y a nosotros nos corresponde administrarlos de la manera más eficaz posible”

“No veo motivos para la huelga de los comedores, sabiendo, además, las consecuencias que tiene para los más débiles”