- Las denuncias por violencia de género descendieron a la mitad durante los primeros días de confinamiento, según informó el Instituto vasco de la Mujer-Emakunde que, según advirtió, pudo ser debido a “la dificultad para denunciar, el mayor control social del vecindario y que en muchas denuncias el agresor es una expareja con la que en estos momentos no se convive”. Una reducción en el número de victimizaciones durante marzo, abril y mayo que contrasta con el aumento registrado en junio. Durante ese mes, Euskadi registró 536 agresiones a mujeres, lo que supone un crecimiento del 22,6% en relación a los 437 ataques contabilizados en el mismo mes del pasado año, sostiene Emakunde.

En este sentido, el confinamiento decretado por el estado de alarma motivado por la pandemia del coronavirus redujo “un 16,85% los ataques en marzo”, para seguir bajando “un 25,7% en abril” repetir el descenso en “un 11,28% en mayo” e incrementarse un 22,65% el pasado mes de junio, según datos de Emakunde. Asimismo, los delitos contra la libertad sexual pasaron de 45 a 30 (-33,33%) mientras la violencia ejercida por la pareja o expareja aumentó sus denuncias un 28,76% al pasar de las 306 en junio del pasado año a 394 el mismo mes de 2020. También subió un 30,23% la violencia intrafamiliar, con 112 agresiones en el pasado junio frente a las 86 que se produjeron un año antes.

Por otra parte, en el marco del programa Beldur Barik, Emakunde ha puesto a disposición de los ayuntamientos material sensibilizador para promover actitudes de respeto e igualdad durante el periodo vacacional. El objetivo es “promover actitudes y comportamientos basados en el respeto, la igualdad y la autonomía, también en los meses de verano”, apuntan. Así, la campaña Un verano libre de agresiones sexistas, está diseñada para la prevención de la violencia sexista en contextos de ocio durante el verano. En años anteriores la campaña estival se ha centrado en la prevención de agresiones sexistas en fiestas, pero dada la especial situación creada este año por la pandemia del covid-19 y la imposibilidad de celebrar dichos eventos, en esta ocasión se ha centrado en la prevención de las agresiones en verano, en general. Una preocupación compartida por ciudadanía e instituciones, con una incidencia especial en el ámbito local, por su cercanía a la ciudadanía.