- Los navarros fueron los primeros en hacer la Evaluación de Acceso a la Universidad (EBAU). Cuatro días, mascarilla, distancias... ¿Qué medidas se han adoptado para garantizar la seguridad sanitaria en la selectividad?

—También hemos establecido un protocolo para que se puedan preservar todas las medidas higiénicas y sanitarias. En este sentido, además de las sedes habituales en los tres campus, vamos a utilizar dos pabellones del BEC, dos institutos en Gipuzkoa y otro en Araba con el fin de que las distancias de seguridad se mantengan. Intentaremos que en las entradas y salidas los estudiantes se comporten de la forma más ordenada posible. Y, respecto a la prueba, será más flexible.

¿Eso significa que será más fácil?

—En lugar de tener que ceñirse a una prueba con opción A y B, tendrán más opciones. Este cambio no busca rebajar la dificultad sino que los estudiantes tengan más oportunidades de hacer un tema que se haya dado en condiciones durante el periodo presencial del curso.

El retraso de la EBAU por la covid-19 ha obligado a modificar las fechas de la matriculación. ¿Han fijado ya el calendario para el año que viene?

—El principio tenemos intención de mantener el calendario de inicio de curso, lo que puede ocurrir es que se pueda retrasar cuatro o cinco días la entrada de los estudiantes de primer curso porque se abre la matrícula para el alumnado de nuevo ingreso el 24 de julio.

¿El curso que viene será presencial?

—Nos estamos planteando un modelo híbrido con un nivel de presencialidad muy alto, superior al 75% de las clases presenciales.

¿Con rebrotes y sin rebrotes?

—Evidentemente trabajamos con tres escenarios, uno de normalidad absoluta; un escenario de rebrote, en el que tendríamos que aplicar un modelo híbrido partiendo del aprendizaje de los últimos meses; y un último escenario de confinamiento, que sería on line. El escenario más probable es el segundo y aplicaríamos un modelo híbrido con todas las garantías, con el profesorado formado en metodología on line y recursos. En resumen, planteamos un curso híbrido con una presencialidad muy alta en el que las clases prácticas en laboratorios se puedan desarrollar de forma presencial garantizando la distancia de metro y medio o, en caso contrario, con mascarilla.

¿Cómo será las clases magistrales?

—En las clases en las que hay mucho alumnado, que no son en todas las titulaciones, la idea es restringir el aforo al 50-60%, pero el profesor siempre impartirá clase desde el aula. Puede ocurrir que la mitad del alumnado siga la intervención desde la clase y la otra mitad desde el aula de al lado o desde casa a través del ordenador. Esta dinámica se haría de forma alterna o con turnos de mañana y tarde en todos los centros. También habrá una entrada escalonada.

Pero esto necesita medios.

—Invertiremos 4 millones de euros en la transformación digital de la universidad para comprar e instalar, cámaras, pantallas y equipos. Espero que esa inversión sea compensada por el Gobierno Vasco con el dinero que va a llegar del Ministerio del fondo covid, dotado con 600 millones de euros de los que repartirá entre las comunidades el 20%.

La Universidad de Cambridge no tendrá clases presenciales hasta el verano de 2021, lo que la convierte en el primer gran centro universitario en abrazar por completo a la educación on line por la crisis del coronavirus. ¿La universidad presencial va a pasar a la historia?

—Nosotros creemos que la presencialidad es muy enriquecedora, que la UPV/EHU es una universidad presencial y que el único límite para optar por la formación a distancia es que no se puedan garantizar las medidas de higiene y seguridad. La interacción cara a cara con el profesor y con otros compañeros de clase aporta elementos que mejoran el proceso de enseñanza-aprendizaje. Considero que la huella que deja un buen profesor o profesora es muy difícil que se pueda dejar de forma on line.

¿Cómo se garantizará la enseñanza práctica de un grado dual si, llegado el caso, una empresa se ve obligada a cerrar o manda a su plantilla al teletrabajo?

—Como ha ocurrido este año con la dual o con las prácticas curriculares y extracurriculares. La mayoría de ellas han sido suspendidas y sustituidas por alternativas on line aunque, evidentemente, no es lo mismo. Algunos estudiantes sí han podido continuar con sus prácticas en teletrabajo porque en su empresa se estaba teletrabajando y otros se han reincorporado cuando las actividades no esenciales han vuelto. Hablo por ejemplo de Ingeniería de Automoción, que han recuperado las prácticas después de mes y medio en casa. Nos adaptaremos a lo que ocurra con la pandemia, igual que la sociedad en su conjunto.

Esta crisis sanitaria ha puesto a prueba a la sociedad y a la universidad, ¿cómo ha respondido?

—La enseñanza on line es un complemento muy importante para cualquier universidad. Hemos aprendido mucho de este proceso porque el 7 de marzo teníamos 57 asignaturas on line bien preparadas, con una estrategia detrás, con mucho trabajo previo y la primera semana de abril teníamos 3.000 asignaturas on line y 23.000 personas conectadas mediante videoconferencia.

Reconociendo el esfuerzo que seguro que se ha hecho este curso, supongo que la enseñanza on line no puede limitarse en adelante a poner una webcam y correr materia.

—No, se necesita una metodología adaptada. En un tiempo récord hemos formado a 4.000 profesores para impartir y evaluar su asignatura on line. El mismo día de cerrar las clases 600 docentes ya estaban recibiendo formación desde casa y hemos ido formando al resto en grupos de 180 personas. Evidentemente, no todo ha sido perfecto.

¿Y qué nota pondría a este curso?

—No me atrevería a poner una nota, pero sí a decir que un porcentaje altísimo de nuestro profesorado ha hecho un esfuerzo titánico. Hay que tener en cuenta que había profesores y profesoras dando clase en casa con niños, con personas mayores, incluso profesores que han dado clase en cuarentena sin poder salir de su habitación porque han estado en contacto con afetados por coronavirus. Lo mismo el PAS, la gente de informática y el alumnado. Yo he tenido a mis dos hijas recibiendo clases de esta universidad on line y han hecho un gran esfuerzo. Pondría muy buena nota, pero también se han cometido errores, ha habido fallos de conexión, la red ha tenido sus carencias€ Hay que tomar este curso como un proceso de aprendizaje.

¿Cómo ha afectado el cierre de los laboratorios a la investigación de la UPV/EHU?

—Sólo han podido seguir investigando aquellos grupos que tenían como eje central la covid, el resto ha tenido que cerrar laboratorios durante mes y medio. Han sufrido un parón, en algunos casos importante, cuyas consecuencias veremos más adelante. A corto plazo no vamos a ver un deterioro en el número de publicaciones porque mucha gente ha dedicado el confinamiento a escribir, pero a medio plazo sí afectará porque hay experimentos que se han perdido. Por eso quiero pedir a los ministerios de Investigación, Ciencia e Innovación que inviertan en investigación y compensen a los investigadores e investigadoras el tiempo que han perdido. Que inviertan en ciencia, tanto en investigación básica como en investigación aplicada.

El pasado 27 de abril publicaron el plan de retorno a la actividad presencial. ¿Ya están al 100% de actividad presencial?

—Se ha incorporado la mayoría del personal, aunque siguen trabajando desde casa personas a las que se les ha alargado el tema de la conciliación y personas de colectivos más vulnerables. Creo que alcanzaremos la presencialidad al 100% en setiembre, pero siempre preservando las necesidades de estos colectivos.

¿Cómo se ha compensado la suspensión de las prácticas del alumnado de las ramas sanitarias por la pandemia?

—Ofrecimos la oportunidad de que el alumnado de último curso de Enfermería y Medicina se pudiera incorporar con contratos de trabajo, pero en condiciones formativas, nunca en primera línea y que se pudieran convalidar por las prácticas. Fue un proceso voluntario y tengo que decir que no fueron muchos los que se incorporaron porque Osakidetza ha estado trabajando con su personal. El resto ha hecho sus prácticas on line y queremos que Unibasq las convalide.

"La idea es restringir el aforo al 50% aunque el profesor siempre dará la clase desde el aula "

"Vamos a invertir cuatro millones de euros en la transformación digital de la universidad"