- Cáritas Española alertó ayer del incremento de las situaciones de necesidad que ha provocado la crisis sanitaria, que se ha traducido en un aumento del 57% en las personas atendidas a través de los programas de acogida y asistencia.

Es una de las conclusiones del Informe 2020, de la Fundación FOESSA, en el que se ha destacado que “la pandemia ha anulado en sólo dos meses el efecto de la recuperación y hemos vuelto a las cifras del peor momento de la última crisis”. Para intentar cambiar la situación se hacen varias propuestas, como consolidar el ingreso mínimo vital y que se desvincule del derecho a recibir apoyo para la inclusión social. También se insta a un doble derecho, el derecho a la supervivencia material y el derecho a la inclusión social, y se pide que a las medidas de lucha contra la pobreza se sume un complemento para el acceso a la vivienda.

Otros retos pasan por revisar la atención a la dependencia, visibilizar el pilar de los cuidados, sacándolo del debate de círculos reducidos, y construir puentes en un contexto de fuerte enfrentamiento político-social. Además, una encuesta sobre el impacto del covid-19 en las Cáritas Diocesanas confirma que en los últimos tres meses el número de peticiones de ayuda que han recibido ha crecido un 77%.

Las demandas presenciales cayeron un 26%, pero se elevaron las solicitudes por teléfono un 60% y un 20% a través de redes sociales, correo electrónico y web. Las ayudas se han basado en los ámbitos clásicos de alimentación o vivienda, y se han sumado las de solicitud de conexión y dispositivos electrónicos para seguir el ritmo escolar, la ayuda para trámites online y el apoyo afectivo ante situaciones de soledad e incertidumbre.

En cuanto al perfil de las personas que han acudido a Cáritas, se constata la llegada de gente que nunca antes se había acercado: una de cada tres personas es nueva o hacía más de un año que no acudía solicitando ayuda. En cifras globales, el 26 % de quienes han acudido a Cáritas por esta crisis es la primera vez que lo hacían. La encuesta pone el foco en la realidad de las personas sin hogar, al carecer de un domicilio donde recluirse.